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CONFLICTOS INTERNACIONALES

La primera consecuencia económica de la guerra entre Israel y Hamás

El precio del barril de petróleo Brent se disparó este lunes hasta un 5% tras el ataque sorpresa de Hamás a Israel y podría provocar un alza de los combustibles los próximos días.

La primera consecuencia económica de la guerra entre Israel y Hamás
MOHAMMED SALEMREUTERS

Gaza e Israel están en guerra tras el ataque por sorpresa de Hamas conta el país hebreo, que ha respondido contundentemente bombardeando la franja de Gaza. A pesar de que los israelíes han recuperado el control de la valla fronteriza y de las áreas tomadas hace dos días por las milicias, los combates se incrementan en la cuarta jornada de enfrentamientos.

De hecho, Israel ha ordenado cortar totalmente el suministro de electricidad, alimentos y combustible a la franja de Gaza, poblada por unos 2,3 millones de personas y dependiente en gran medida de Israel. “Estamos luchando contra terroristas bárbaros y responderemos en consecuencia”, ha declarado el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.

Por si esto fuera poco, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha asegurado que la guerra contra la organización palestina caracterizada como yihadista, nacionalista e islamista en Gaza “cambiará Oriente próximo” y ha advertido a Hamas que ha comido “un error de proporciones históricas” al atacarles.

El petróleo se dispara

Más allá de que los muertos en Israel hayan ascendido a más de 1.000 y en Gaza se eleven a 830, según el Ministerio de Sanidad palestino, este ataque por sorpresa y sin precedentes ha trastocado el siempre inestable equilibrio petrolero, ha golpeado a aerolíneas y otros sectores dependientes de esta materia prima y ha dado alas a la cotización de las grandes empresas del sector fósil.

Así, el barril de Brent, referencia en Europa, ronda los 87 dólares el barril y ha subido cerca de un 4% durante el fin de semana, sin llegar a alcanzar los 89 dólares el lunes por la mañana. En cuanto al West Texas (WTI), líder en Estados Unidos, escala en la misma medida y se encuentra sobre los 85 dólares el barril.

Hasta ahora, los precios medios del combustible para el consumidor de a pie de nuestro país son de 1,706 euros el litro de gasolina sin plomo, mientras el diésel supera los 1,670 euros. Aunque, algunos expertos, calculan que podría subir hasta los 2 euros en una semanas.

El gas natural, peor parado

Ahora bien, el gas natural está saliendo peor parado que el petróleo. Es más, uno de los yacimientos israelíes más importantes, el de Tamar, se ha visto obligado a cerrar. Esto ha conllevado que el precio de este elemento se haya disparado un 12%, hasta los 55euros por megavatio hora en el mercado holandés TTF, el que sirve de referencia para toda Europa. Un precio un 44% mayor al del pasado viernes.

Pese a que se estima que el golpe fuerte será en las próximas semanas, la industria ya se prepara para suplirlo por otro combustible alternativo. Indudablemente, todo ello ha tenido repercusión directa en las bolsas internacionales, que han sufrido caídas, de momento moderadas.

Y mientras tanto, la excepción ibérica aprobada por el Gobierno podría contar con una reactivación después de que fuera ampliada hasta el próximo 31 de diciembre. Tras estar inactivo desde inicios de este 2023 (debido al hecho de estar por debajo del precio ‘tope’). De acuerdo con lo pactado con Bruselas, el sistema entraría en vigor si el precio del gas en España alcanza los 62,8 euros el MWh en octubre, los 63,9 euros en noviembre y los 65 en diciembre.

Este pasado lunes, bajaban su cotización las empresas turísticas y subían las petrolíferas, energéticas y armamentísticas. En Israel, cayeron un 6%. Otra de las materias que están por ver sus efectos es que pasará con los tipos de interés, que parecían haberse estabilizado a la baja y que podrían volver a subir de nuevo, afectando directamente a las hipotecas.