El caza ruso Su-75 Checkmate no despega, un contratiempo más
El Kremlin proyectó esta aeronave con el objetivo de hacer frente al F-35 estadounidense. El precio de la aeronave costaría entre 25 y 30 millones de dólares.
El vuelo inagural del caza ruso Su-75 Checkmate, proyectado para hacer frente al F-35 estadounidense, tendrá que esperar, al menos, hasta 2024. El Ministerio de Industria ruso achacó este problema a los cambios en el diseño.
De esta manera, se retrasa de nuevo su puesta en funcionamiento desde que se presentara su maqueta en Moscú allá por 2021. Se trata del segundo avión de combate de quinta generación, tras el Sukhoi Su-57. La corporación estatal rusa Rostec, responsable de su diseño, ya ha comenzado el proyecto de fabricación de la aeronave. El jefe de la compañía, Sergei Chemezov, cifró entre 25 y 30 millones de dólares el coste final de su fabricación.
Asimismo, la compañía también aprovechó la ocasión para introducir cambios que permitieran obtener una mejora de la competitividad. Con respecto a sus características, cuenta con una autonomía de 3.000 kilómetros, un peso de 7.400 kilos y un motor Izdeliye-30 con TVC 3D. Se prevé que la producción sea de 300 aviones durante 15 años.
Otro factor que incidió en el retraso de su creación fueron las sanciones internacionales que recayeron sobre la economía rusa, a raíz de la invasión de Ucrania, así como la imposibilidad de importar semiconductores y equipos de mecanizado de alta tecnología de la Unión Europea, responsable de las sanciones a Moscú en el último año.
Con un diseño caracterizado por contar con una cola en forma de V, el avión puede volar a una altura de unos 12.000 metros. Dispone del denominado sistema Matroshka, de control de sistema de vuelo. Por el momento, no hay ningún país que se haya comprometido con Rusia a adquirir este avión de combate. Se prevé que el primer vuelo estratégico pueda tener lugar, como pronto, en 2025 y su producción finalizará en el año 2027.
Aviones de combate interceptados por la OTAN
Meses atrás, en pleno apogeo de la guerra entre Ucrania y Rusia, las fuerzas aéreas de los países de la OTAN, entre ellas las de Reino Unido y Alemania, interceptaron aviones rusos meses atrás cuando se dirigían a Kaliningrado, enclave perteneciente a la Federación rusa. Los aviones en cuestión eran un avión de inteligencia ruso IL-20, mientras que los otros dos eran aviones de combate SU-27, otro de los antecesores del modelo mencionado anteriormente.