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Rebrota la sarna en España: qué hacer para curarla

La enfermedad cutánea, causada por un ácaro, es cada vez más común por su forma extremadamente fácil de contagio

Rebrota la sarna en España: qué hacer para curarla

Es habitual sentir picores en el cuerpo. Son muchos los motivos que pueden llevar a rascarse. Pero ahora, más que nunca, hay que estar atento. Y es que la sarna está rebrotando con fuerza en España. Y, aunque es cierto que en la mayoría de los casos no es una enfermedad de mucha gravedad, sí es primordial atraparla a tiempo y tomar las medidas necesarias para evitar su propagación. En cuanto asoman los primeros síntomas, es momento de actuar.

Una de las dificultades que presenta la sarna es que, en sus fases iniciales, puede pasar desapercibida casi por completo. Apenas un poco de molestia que puede camuflarse como una simple irritación o sequedad de la piel. Y para cuando uno se da cuenta que lo que se está sufriendo no es un escozor al uso, sino algo más grave, ya puede haberse propagado y su erradicación hacerse más aparatosa.

La sarna es una enfermedad cutánea causada por un ácaro de tamaño ínfimo. El animal salta a la piel de la persona y se sumerge en la capa más superficial de la piel. Prácticamente invisible al ojo humano debido a su tamaño, hace de los pliegues del cuerpo de su víctima su hogar. Comienza a escarbar una intrincada red de túneles, a reproducirse y a estropear la piel con su continua y desagradable actividad.

Marcas en la piel

Como ya se ha apuntado, es altamente improbable que la sarna se convierta en una amenaza seria para la salud. Pero no por eso hay que darse a la inacción. Los tratamientos son sencillos y están al alcance de la mano. Los menos agresivos son en forma de crema, que actúa lentamente pero con contundencia sobre las indeseadas madrigueras de los ácaros, asfixiándolos con sus potentes componentes y eliminando todo rastro de la colonia de diminutos invasores.

Los síntomas, además del tradicional e inevitable picor, pueden incluir erupciones o ronchones rojizos en la piel o incluso heridas (algunas de estas, presumiblemente causadas más por una forma agresiva de rascarse para mitigar el escozor que por la propia enfermedad). Además, es de transmisión extremadamente fácil. Basta con estar en somero contacto con una persona portante para que el ácaro se plante de un salto en un nuevo huésped.

Por eso, no está de más conocer las formas que tiene la sarna de manifestarse. El conocimiento de las características de una dolencia es el primer paso para su prevención. Porque, aunque uno no vaya a quedar postrado en cama por culpa de la sarna, sí puede ser un incordio que afecte negativamente en el día a día. No cuesta nada tomar cartas en el asunto y eliminarlo de raíz. Redundará en mejor salud para todo el mundo.