La guerra toca de lleno a los oligarcas de Ucrania
Los grandes magnates del país ven como su influencia se puede ver reducida por las presiones desde la propia presidencia como desde la Unión Europea. La guerra también afecta a su fortuna.
La ofensiva militar en Ucrania, anunciada por Rusia hace ya más de cuatro meses, ha afectado a millones de personas en todo el mundo. Tras los primeros días de ataques desde Moscú llegaron las sanciones por parte de Occidente, bloqueando a Rusia para tratar de aislarla económicamente y ‘castigando’ a los oligarcas del país afines al presidente Vladimir Putin. Pero no los los únicos afectados, pues las grandes fortunas de Ucrania también empiezan a estar en el centro de la escena.
Bajo el mandato de Víktor Yanukóvich, en 2013, se suspendió a última hora la firma del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea, con el que el país estuvo a punto de estrechar lazos con la UE. La revolución en las calles de Kiev acabaron por derrocarle. Durante su huida hacia Rusia se llevó gran parte de los objetos más valiosos que había en su gigantesca residencia de 2.500 metros cuadrados, a las afueras de Kiev.
Tras su precipitada salida del país por la revolución del Eurimaidan decenas de ciudadanos entraron en su mansión para comprobar de primera mano los lujos de los que estaba rodeado en su día a día, tal y como expone El País: dentro de la Residencia Mezhyhirya hay espacio para un zoológico (con avestruces que, a día de hoy, siguen allí), un museo de coches de lujo, un helipuerto, pistas de tenis, campos de golf y de tiro, un spa con saunas e incluso una montaña artificial.
Con la mirada en sus fortunas
En su ascenso político fue clave la figura de Rinat Ajmétov, quien hoy en día sigue siendo la primera gran fortuna del país. La revista Forbes le calcula un patrimonio de unos 7.600 millones de dólares. Hay varios más, pero él es uno de los más destacados que, con sus empresas y relaciones, controlan el país. Una situación que, tras cuatro meses de guerra, está empezando a cambiar. Y es así porque el conflicto afecta de forma directa a su economía, con unos ingresos que se ven reducidos.
En segundo lugar, cada vez es mayor la presión que ejercen desde Kiev y Bruselas para reducir su esfera de influencia. “Para entender el papel de los oligarcas, basta pensar en la Europa medieval, con reyes que competían por el poder con los señores feudales”, explica Volodímir Yermolenko, director de la web Ukraine World. Según señala, el poder que tiene este selecto grupo de personas es un lastre para el país. Pero, a su vez, la competencia entre ellos impide la presencia de un único líder, como sucede en Rusia, con todos los oligarcas sometidos al Kremlin.
Además de poseer otras muchas propiedades, Ajmétov es el dueño de Azovstal, la acería que se convirtió en símbolo de la resistencia ucraniana en Mariupol. Tras semanas de intensos asedios, finalmente cedió ante el ataque ruso. El complejo generaba miles de empleos, producía cerca del 40% del total de acero del país y contaba con su propio puerto en el mar de Azov. Y si antes de su ‘captura’ presumía de sus lazos con Moscú (además de haber patrocinado políticamente a Yanukóvich), tras la destrucción de la planta presentó una demanda contra Rusia de entre 17.000 y 20.000 millones de dólares por el complejo y otros activos en el Donbás.
Algunos analistas creen que el oligarca ha perdido cerca de dos terceras partes de su fortuna desde el inicio del conflicto. Pero para muchos los problemas se iniciaron ocho años antes, con la anexión de Crimea por parte de Rusia y el inicio de las hostilidades en el Donbás. Víktor Medvedchuk es otro de los magnates que ha visto perder su fortuna. El pasado mes de abril fue detenido y acusado por Kiev de alta traición por su desvelar secretos de Estado y trabajar para el Kremlin.
Zelenski y la UE, tras ellos
Antes incluso del inicio de la guerra, en noviembre del año pasado, el presidente Volodimir Zelenski impulsó una ley para reducir el peso de los magnates. En esta lista entraban unas 40 personas con algún monopolio, medios de comunicación y una fortuna superior a los 90 millones de dólares que tengan participación en actividades políticas.
Con esto, algunos críticos apuntaban que lo que quería Zelenski era reducir la influencia del expresidente Petro Poroshenko, su predecesor en el cargo. Líder de la oposición, Poroshenko es también uno de los hombres más ricos de Ucrania, gracias a un imperio de dulces, coches y medios de comunicación, entre otras cosas. Actualmente se enfrenta a hasta 15 años de cárcel por alta traición, al comprar carbón a independentistas prorrusos del Donbás
Desde Bruselas también llega la presión a través de la aceptación de su candidatura a entrar en la Unión Europea. Entre las reformas exigidas por la UE está la de avanzar en una ley antioligarcas, además de señalar la “desproporcionada” influencia de los empresarios en los medios de comunicación ucranianos.