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¿Por qué una manzana podrida puede echar a perder el resto de la fruta que la rodea?

Esto se debe al gas etileno que desprende la manzana que no está en buenas condiciones. Por eso, cuando hay una manzana en proceso de putrefacción en el frutero hay que sacarla para evitar que el gas alcance a otras frutas cercanas.

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¿Por qué una manzana podrida puede echar a perder el resto de la fruta que la rodea?
UnSplash

Cuando una persona mete una manzana en un frutero y empieza a pudrirse, también comienzan a hacerlo las demás frutas que están más cerca de ella por el efecto dominó y terminan todas las del frutero echadas a perder. La culpa es del gas etileno que desprende la manzana mala.

El etileno, compuesto orgánico gaseoso constituido por dos átomos de carbono y cuatro átomos de hidrógeno, es una hormona vegetal que liberan los frutos durante su proceso de maduración y que a la vez lo acelera. Cuando madura, la manzana sufre un aumento muy brusco de emisión de etileno.

Truco para hacer madurar frutas más rápido

Por eso, cuando hay una manzana demasiado madura o en proceso de putrefacción en el frutero hay que sacarla para evitar que el gas alcance a las otras frutas cercanas y las madure más rápido de lo deseado. Lo mismo sucede con el moho.

Una manzana mohosa puede contagiar al resto, ya que estos hongos se extienden en busca de nuevas fuentes de alimento. Del mismo modo, un truco para hacer madurar frutas más rápido es envolverlas en papel junto a una manzana madura. Y es que el papel retiene el etileno y acelera la maduración.

Proceso de maduración

Cuando comienza a desarrollarse el fruto de la planta, ese al que luego meteremos el bocado, este es verde debido a la clorofila, una sustancia del mismo color que almacenan las células encargadas de ejecutar la fotosíntesis. De ahí, la tendencia generalizada de decir que una fruta ‘está verde’ cuando todavía no está madura.

Según madure progresivamente el fruto, se producen importantes cambios bioquímicos que hacen que su olor, sabor y textura sean los deseados. Pero no solo la química de la fruta toma importancia al madurar, también en la intensidad respiratoria de esta.

La putrefacción

Esta es su forma de obtener energía para proceder con todos esos procesos internos que la hacen ser lo que es, a través de sus células. Este proceso consiste en captar oxígeno que se emplea en oxidar ciertos compuestos, como almidón y azúcares, para obtener energía. Es en este momento cuando se libera dióxido de carbono del que es necesario deshacerse.

En términos generales, durante este proceso hay un momento en el que el sabor, el color y el olor son óptimos. Pasado ese punto, la fruta continúa su proceso de maduración hasta que se torna en putrefacción. Todo este proceso se produce gracias a un ejército de enzimas que descomponen moléculas complejas en fragmentos más pequeños y también generan otras moléculas exclusivas para este momento de la vida de un fruto.