Médicos de Combate: claves en la guerra de Ucrania

La guerra de Ucrania encara su segundo año y medio de conflicto. Militares profesionales, milicias, civiles a los que no les queda más remedio que participar en el conflicto armado y que se preparan en diferentes países, incluida España.

Reducir las bajas es una de los objetivos de los médicos de combate, figuras clave desde hace décadas y que se hacen más presentes en el contexto internacional. Ellos, y todos los profesionales que aprendan cómo responder de la manera más eficaz ante una situación de emergencia.

Entrevistamos para Diario AS al equipo de profesionales de Eir Tactical Med & Ops, para demostrar cómo llevar sangre al punto de la lesión es vital para disminuir la mortalidad.

¿Cómo surge el proyecto de viajar a Ucrania?

En un esfuerzo por llevar ayuda crucial a los heridos en los lugares más difíciles de la primera línea y entrenar a combatientes de manera rápida y efectiva, se hace imprescindible un cambio en las prioridades de la capacitación en medicina táctica y el equipo estándar. La situación actual de los conflictos demanda una reevaluación de las estrategias y recursos empleados en la formación de los soldados, especialmente en lo que respecta a sus conocimientos y habilidades médicas.

Con esta misión en mente, desde Eir Tactical nos trasladamos a Ucrania para evaluar cómo se están adaptando las guías oficiales en el terreno, una realidad cambiante en comparación con otros conflictos. Nuestra primera parada fue la prestigiosa Universidad Pontificia de Vaticano en Lviv, donde realizamos la presentación de la primera bolsa de sangre extraída fuera de un entorno hospitalario y controlado, como parte del programa LAZARUS (formación de la que ya hablamos en Diario AS). Dirigido por nuestro director médico, el doctor Carlos Eduardo Zapa, busca demostrar los aspectos fundamentales de la reanimación de control de daños remota.

Por eso la sangre es tan importante

Eso es. La clave del programa es simple pero crucial: el único fluido capaz de resolver los tres problemas del sangrado exanguinante en trauma –volumen, hemostasia y transporte de oxígeno– es la sangre. Por ello, llevar sangre al punto de la lesión, donde cada minuto cuenta, es vital para disminuir la mortalidad.

¿Cómo se realiza esa formación en medicina táctica a militares, civiles, fuerzas armadas, profesionales de la seguridad privada?

Tras la visita y experiencia en la Universidad, nos trasladamos al centro de adiestramiento donde íbamos a realizar la formación en medicina táctica. Durante tres semanas vivimos en las condiciones que ofrecía el bosque: una tienda de campaña, un puñado de literas y la calidad humana del pueblo ucraniano.

Este viaje a Ucrania no solo fue un reto logístico y emocional, sino una oportunidad invaluable para demostrar cómo la medicina táctica puede adaptarse a las circunstancias más extremas y cómo la cooperación internacional puede salvar vidas en medio del conflicto.

Cada año realizamos un curso, que se llama PERSEO, enfocado a cuidados enfermeros fuera del ámbito hospitalario, una formación para todo tipo de profesionales sanitarios, y también para militares y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Este año lo realizamos en noviembre (vuestros lectores interesados pueden apuntarse y nuestro equipo valorará cada solicitud), y es un momento único de formación, aprendizaje, lo más real posible para luego llevar esa experiencia al campo de batalla. Durante cinco días prácticos simulamos diferentes escenarios que pueden ocurrir y trabajamos las reacciones, las respuestas.

¿Qué ha cambiado en las guerras actuales de las pasadas?

Los patrones de lesiones actuales indican que es fundamental que los combatientes prioricen ciertas competencias médicas. Entre estas se destacan el control de hemorragias, el apoyo circulatorio, la reevaluación, el reemplazo y la conversión del torniquete (TQ), así como el manejo de la hipotermia. Estas habilidades son esenciales para aumentar las probabilidades de supervivencia en el campo de batalla y garantizar una atención médica efectiva y oportuna.

Para que estos cambios sean efectivos, es necesario revisar y actualizar continuamente los programas de capacitación en medicina táctica. Esto incluye no solo la teoría, sino también la práctica intensiva y el uso de simulaciones realistas que preparen a los soldados para enfrentar situaciones extremas. Además, es crucial que los equipos médicos estándar sean revisados y mejorados para cumplir con las necesidades actuales del campo de batalla.

Este replanteamiento de la capacitación en medicina táctica no solo permitirá una respuesta más rápida y efectiva en situaciones de emergencia, sino que también ayudará a reducir el número de bajas y mejorar la calidad de vida de los heridos. La implementación de estas medidas debe ser una prioridad para los mandos militares, asegurando que cada combatiente esté equipado no solo con armas, sino con el conocimiento y las herramientas necesarias para salvar vidas.

Por tanto, la transformación de la capacitación en medicina táctica y la mejora del equipo estándar son pasos esenciales para enfrentar los desafíos del campo de batalla moderno. Con un enfoque adecuado en el control de hemorragias, el apoyo circulatorio y otras habilidades críticas, los soldados estarán mejor preparados para responder a las emergencias médicas, salvando más vidas y reduciendo el número de amputaciones y otras complicaciones graves. Es hora de que las fuerzas armadas adopten estos cambios para garantizar la mejor atención posible a sus combatientes en los momentos más críticos.

¿Son claves los Médicos de Combate?

En el campo de batalla, la vida de los soldados depende en gran medida de la eficiencia y preparación de los médicos de combate. La correcta formación de estos profesionales es esencial para manejar adecuadamente las situaciones críticas que enfrentan. Su tarea principal debe consistir en evaluar correctamente las heridas, aplicar torniquetes, realizar traslados, efectuar conversiones y tomar medidas auxiliares para detener hemorragias. Además, deben estar capacitados para restablecer la respiración de los heridos.

Equipar adecuadamente a estos médicos con botiquines completos y herramientas necesarias es fundamental. Un buen equipamiento no solo reduce el número de amputaciones, sino que también aumenta significativamente las probabilidades de supervivencia de los soldados. La clasificación y corrección del trabajo para el próximo mes es vital para asegurar que los médicos de combate estén preparados para las situaciones que enfrentarán.

La formación actual de los médicos de combate, en muchos casos, es rápida y deficiente. Para lograr resultados positivos en el campo, es imprescindible implementar una formación más exhaustiva y de calidad. Con una mejor preparación, los soldados heridos tendrían mayores posibilidades de sobrevivir durante las cruciales cuatro horas antes de la evacuación.

Me reconocerá que es complicado

Sí. Es importante reconocer que no habrá suficientes paramédicos disponibles si cada grupo de asalto requiere uno. Perder a un paramédico en combate es una gran pérdida. Por ello, es crucial que al menos haya un médico de combate entrenado en cada grupo, capaz de proporcionar primeros auxilios y tratamientos farmacológicos básicos hasta que llegue el paramédico en el equipo de evacuación.

La formación adecuada de los médicos de combate es la clave para mejorar las tasas de supervivencia y reducir el número de amputaciones en el campo de batalla. Equiparlos correctamente y asegurarse de que estén bien preparados puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para muchos soldados. La mejora en la formación y equipamiento debe ser una prioridad para los mandos militares, asegurando así que nuestros combatientes reciban la mejor atención posible en los momentos más críticos.

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