Nueva muerte en el entorno de Putin: fallece el ‘niño prodigio del gas’
El vicepresidente del Comité de Energía de la Duma, Nikolay Petrunin, ha fallecido a los 47 años. La versión oficial apunta a complicaciones derivadas de su infección de la COVID-19 como causa.
El multimillonario ruso Nikolay Petrunin ha fallecido a los 47 años. La versión oficial apunta a que la causa de la muerte han sido las complicaciones derivadas de su infección de la COVID-19, debido a las que llevaba ingresado en estado grave durante varias semanas.
Petrunin, quien era apodado como el ‘niño prodigio del gas’, ostentaba el cargo de vicepresidente del Comité de Energía de la Duma y representaba a la región de Tula en el parlamento.
Además, en el año 2018 fue condecorado con la Orden de Mérito de la Federación Rusa debido a su activa vida social y a las obras de caridad que había llevado a cabo durante su trayectoria.
El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, ha expresado sus condolencias a la familia y amigos de Petrunin: “Nikolay Yuryevich Petrunin era una persona profesional y responsable, era respetado por sus colegas y los votantes confiaban en él. Expreso mis profundas condolencias a la familia y los amigos de Nikolay Yuryevich. Brillante recuerdo”.
Numerosas muertes extrañas en el sector energético ruso
No obstante, cabe señalar que en los últimos meses se han conocido varios fallecimientos en extrañas circunstancias de personas relacionadas con el sector energético ruso. Una de ellas fue la del presidente de la compañía energética Lukoil, Ravil Magánov, quien murió tras caer por la ventana del hospital en el que se encontraba ingresado.
Otros ejemplos son la muerte de Yuri Voronov, fundador y director general de una compañía de logística asociada a Gazprom que fue encontrado muerto en una piscina cerca de San Petersburgo con una bala en la cabeza o la de Alexander Subbotin, ex gerente principal de Lukoil, quien fue hallado con un paro cardíaco en el sótano de la casa de unos chamanes.
Ciertos opositores al régimen de Vladímir Putin acusan al FSB, el Servicio de Seguridad ruso heredero del KGB, de ser el responsable de este tipo de muertes que se están convirtiendo en habituales en Rusia en los últimos tiempos.