Los aliados de Rusia dudan de Putin
China e India, países que habían mantenido una posición ambigua, comienzan a denunciar la situación de guerra y rechazan el uso de la violencia.
Rusia está, muy probablemente, en su mayor crisis interna desde que comenzó la guerra el pasado 24 de febrero. Las protestas se multiplican después de que Vladimir Putin anunciase la movilización de 300.000 reservistas para combatir en la guerra. Voces del interior del Kremlin buscan culpables ante la pérdida de territorio en el noreste de Ucrania y las imágenes de los rusos huyendo del país para evitar ser reclutados hacen un flaco favor a las aspiraciones de Putin.
Pero hay más malas noticias para Rusia. Los países que hasta ahora habían sido más o menos sus aliados —los que habían tratado de mantener una posición de cierta ambigüedad— comienzan a acercarse a Ucrania y a pedir el final de la guerra. El mayor ejemplo lo encontramos en China, que siempre se había escorado al lado ruso e incluso expresó su deseo de establecer un nuevo “orden mundial” junto a Moscú. Ahora, el gigante asiático ha reconocido el “respeto de China por la soberanía de Ucrania y su integridad territorial” y su “rechazo al uso de la fuerza como medio para dirimir las diferencias”, aseguró el pasado viernes el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, a su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba.
La India también ha dado un paso adelante. Su posición ha sido “clara y consistente en cuanto al respeto por la soberanía y la integridad territorial de los países”, según el portavoz del Ministerio de Exteriores indio, Arindam Bagchi. Pero más claro y consistente fue el presidente indio, Narendra Modi, que reconoció ante Putin que “este no es el momento para guerras” durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái.
Turquía, que hasta ahora ha servido como intermediario y sede de las grandes negociaciones entre Moscú y Kiev, ha expresado que “las tierras invadidas deben ser devueltas a Ucrania, incluida Crimea”, según las palabras de su presidente, Recep Tayyip Erdogan. En todo caso, Rusia ha seguido adelante con el referéndum para anexionarse las cuatro provincias ucranianas ocupadas, una llamada a las urnas que Turquía considera “ilegítimas” y que “complicarán los esfuerzos para revitalizar el proceso diplomático y profundizará la inestabilidad”. Según las autoridades electorales de Rusia, el 97% de los votantes del referéndum han apoyado la anexión.
Continúan las relaciones con Rusia
A pesar de las palabras de China e India, los dos países asiáticos intentan no cortar sus relaciones con Rusia, especialmente las económicas. Ambos ven con buenos ojos la importación de energía rusa, por lo que tratan de mantenerse en una posición “neutral” mientras piden que cese la violencia.
Otros países sí que se mantienen totalmente fieles a Rusia. Es el caso de Venezuela, cuyo presidente Nicolás Maduro rechazó la semana pasada las “provocaciones militares” y sanciones que ha impuesto Occidente a Moscú. “Rechazamos todas las injerencias que se han tomado contra Rusia, así como la campaña de odio desatada en detrimento del pueblo eslavo, por considerar que estas acciones, lejos de sumar a la paz, azuzan el fuego de la guerra”, asegura la carta leída por el canciller Carlos Faria en la Asamblea General de Naciones Unidas.
El caso de Cuba es similar. El canciller cubano Bruno Rodríguez y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se reunieron en Nueva York la semana pasada y acordaron aumentar la cooperación entre los dos países. “Ratificamos excelente estado de los vínculos políticos y disposición a continuar profundizando nexos económicos, comerciales, financieros y de cooperación. Rubricamos plan de consultas políticas e/ ambas Cancillerías”, explicó Rodríguez en Twitter.