Las misteriosas piedras ‘de nuevo nacimiento’ en Portugal
Las raras Pedras Parideiras, o ‘Piedras de nacimiento’, que parecen engendrar pequeñas rocas, son consideradas como uno de los fenómenos geológicos más desconcertantes del mundo.


En la ladera de la Montaña Freita, una de las llamadas Montañas Mágicas ubicadas dentro del Geoparque Global de la Unesco de Arouca, se hayan las Pedras Parideiras, o ‘Piedras de nacimiento’, estas rocas tienen 300 millones de años y parecen “dar nacimiento” a piedras “bebé” más pequeñas.
Son diferentes a cualquier otra roca en el planeta, por eso son consideradas como uno de los fenómenos geológicos más desconcertantes del mundo y son considerados una atracción para la comunidad científica.
𝗣𝗲𝗱𝗿𝗮𝘀 𝗣𝗮𝗿𝗶𝗱𝗲𝗶𝗿𝗮𝘀 𝗰𝗹𝗮𝘀𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗠𝗼𝗻𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗡𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹 𝗟𝗼𝗰𝗮𝗹
— Arouca Geopark (@aroucageopark_) June 15, 2022
Fenómeno único no mundo, as Pedras Parideiras, como lhes chamamos, estão agora, classificadas como Monumento Natural Local.#AroucaGeopark pic.twitter.com/KOyeByKEjw
Cómo son las Pedras Parideiras
El conjunto geológico está formado por grandes rocas de granito, cada una salpicada de pequeños círculos negros. “Estimamos que tanto estas rocas como las piedras más pequeñas dentro de ellas se crearon hace alrededor de 320 a 310 millones de años”, dijo Alexandra Paz, geóloga del Geoparque Arouca a la BBC.
“Las grandes rocas ‘madres’ de granito parecen expulsar estos ‘bebés’ hechos de biotita, el mineral común que forma las rocas en su interior. Estas son las piedras negras más pequeñas que se pueden ver”, explica la geóloga.
De hecho, cree que en algún momento de la historia las piedras bebés serán expulsadas y la roca madre quedará ‘plana’ de nuevo. Las rocas que parecen nacer tienen forma circular, pero en verdad son como una almendra.
Solamente en Portugal las Pedras Parideiras parecen nacer de una roca mayor. Los geólogos, pese a saber que Arouca (al norte de Oporto) se encuentra entre fallas, siguen saber el por qué de este hecho único.
Una teoría reciente afirma que la roca fundida encerraría estas piedras más pequeñas antes de que eventualmente se endurecieran ocho millones de años después; y que la presión, similar a la de agitar una botella de champagne cerrada habría causado pequeñas fracturas en la roca, como si fueran burbujas, que se convirtieron en estas piedras bebé.