La inteligencia británica avisa de otro conflicto internacional
El director del MI6, Richard Moore, cree que una guerra entre Pekín y Taiwán no es inevitable en este momento de tensión entre China y lo que consideran su ‘provincia’.
En el Foro de Seguridad de Aspen, en Colorado, donde los servicios secretos y de inteligencia de las principales potencias se han reunido, Richard Moore, jefe del MI6, la agencia de inteligencia de Reino Unido, ha hablado de las amenazas que podrían llegar.
Más allá de la invasión de Rusia en Ucrania, hay otro peligro que preocupa a Reino Unido, y al que han señalado como máxima prioridad de la inteligencia británica: la relación China - Taiwán.
El aviso del MI6
Moore, a cargo del MI6 desde octubre de 2020, confesó que su equipo está ahora dedicando “más esfuerzo a China que a cualquier otro asunto, ya que todavía es un sistema bastante opaco”, declaró en las jornadas.
“Comprender la intención estratégica del presidente Xi Jinping no es difícil. Pero si escarbas por debajo de esa estrategia en términos de cómo están trabajando, cómo se organizan, cuál es su intención táctica y luego cuáles son las capacidades que están construyendo, eso es una caja negra”, declaró, sobre todo haciendo hincapié en el objetivo declarado por Pekín de dominar los espacios tecnológicos clave.
“Y hay un rol para organizaciones como la mía en ayudar a los ministros británicos y a los responsables de política monetaria a entender eso, para que puedan navegar por esta relación realmente compleja y difícil con los funcionarios chinos”, sostuvo.
Moore considera que una guerra futura entre China y Taiwán no es inevitable. Y habló también de cómo Pekín ve de cerca la evolución de la guerra en Ucrania para extraer lecciones que le puedan servir ante un hipotético conflicto en Taiwán. “Creo que se subestima la determinación y el poder de Estados Unidos. Eso podría conducir a un mal cálculo, particularmente sobre Taiwán”.
50 estudiantes chinos expulsados de Reino Unido
Recientemente, el jefe del servicio de seguridad del Reino Unido, señaló que gracias al endurecimiento de algunos procedimiento han evitado el robo de investigaciones académicas confidenciales. Y, por esa razón, más de 50 estudiantes universitarios chinos han abandonado el Reino Unido.