Putin se protege: la drástica decisión que ha tomado
El presidente de Rusia ha cancelado todos los actos de fin de año que tenía previsto. Desde Kiev temen una gran contraofensiva rusa para principios de 2023.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha cancelado todos los actos que tenía previstos para final de año. Un movimiento que ha causado sorpresa en el país y también en Occidente, donde perciben como “signo de debilidad” el hecho de que no vaya a ofrecer ninguna rueda de prensa o ceremonia en estas fechas.
Tampoco se realizarán en el país ruso actos en los que participe junto con la ciudadanía rusa, como es el caso del habitual maratón de fin de año en Moscú o el partido de hockey que se disputa cada Nochevieja en la Plaza Roja de la capital rusa. Acontecimientos como las retiradas del ejército en Jersón y en Járkov motivadas por el avance de las Fuerzas Armadas ucranianas, así como los problemas de suministro y el decreto de movilización parcial habrían llevado a Putin a no comparecer ante los medios, según medios locales.
Su última comparecencia en público tuvo lugar el pasado 22 de diciembre, cuando hizo un llamamiento al suministro de drones para el ejército ruso y anunció la ampliación de la edad en la que pueden ser llamados a filas los ciudadanos, pasando de los 27 actuales hasta los 30 años. De puertas para adentro, el presidente ruso aseguró a los altos mandos lo siguiente. “Las fuerzas armadas y las capacidades de combate de nuestras fuerzas armadas aumentan constantemente todos los días. Y este proceso, lo desarrollaremos”.
Otra de las comparecencias públicas del mandatario ruso tuvo lugar hace dos semanas cuando se desplazó en coche al Puente de Crimea, parcialmente destruido hace un mes. Fue el primer desplazamiento realizado a la península anexionada - zona implicada en la guerra de Ucrania - desde el inicio de la invasión rusa. Desde entonces, sólamente ha comparecido en actos de forma muy puntual.
Desde Kiev consideran que los próximos meses serán claves en el devenir del conflicto, y temen una posible contraofensiva rusa a principios de 2023 después del giro radical en la guerra, en el que Ucrania lleva ahora la iniciativa después de recibir armamento por parte de Estados Unidos y otras potencias occidentales. Sin embargo, el problema de Putin no sólo se encuentra en el propio conflicto en sí y en lo que atañe al mismo a todos los niveles, sino que también se ciñe a nivel nacional.
El 2023, año previo a las elecciones presidenciales
En 2024 tendrán lugar las elecciones presidenciales en Rusia, por lo que el 2023 será un año fundamental para determinar si la imagen de Putin pasa a ser cuestionada en el país en caso de que no haya avances significativos en Ucrania. Una derrota en el país vecino podría anticipar, en el peor de los escenarios para él, su salida del Kremlin. Pese a todo ello, aún le ampara la reforma constitucional que le permitiría seguir hasta 2036.
Asimismo, cuenta aún con el respaldo que la ciudadanía rusa le brindó en el referéndum constitucional del 2020 en el que consiguió aprobar las enmiendas a la Constitución de la Federación de Rusia con un 78,56% del apoyo, tras una votación en la que participaron más de 74 millones de personas. En los últimos comicios, celebrados en 2018, no precisó de segunda vuelta debido a que obtuvo un 77% de los votos.