Detenida en Barajas una de las fugitivas más buscadas por la Europol
La prófuga desapareció de Hungría en 2012. Desde entonces había llevado a cabo una huida por diferentes países y adoptando distintos nombres.
Punto y final a una persecución de más de una década. Agentes de la Policía Nacional han interceptado en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas a una prófuga que figuraba en la lista de los diez fugitivos más buscados por la Europol. Tenía una orden europea de detención y una entrega interpuesta por las autoridades de Hungría. El motivo: robar más de dos millones de euros.
La fugitiva estaba en busca y captura por una trama de fraudes crediticios que se remonta al periodo comprendido entre 2005 y 2012. A través de la supuesta creación de sociedades ‘fantasma’ había logrado sustraer de manera ilegal grandes cantidades de dinero, según ha informado la Policía Nacional. Además, la especialista en relaciones no actuaba sola, sino en colaboración con otras dos personas.
Una vez aparecieron las primeras condenas, hace once años, la ahora detenida desapareció de Hungría sin dejar rastro. Sobre ella pesaba una Orden Europea de Detención y Entrega interpuesta por las autoridades de su país por eludir una condena superior a diez años de prisión al destaparse su autoría detrás de varios delitos económicos. Además, todavía mantiene causas abiertas por presuntos delitos de falsedad documental, fraude y estafa.
Se escondía en República Dominicana
Que la Policía Nacional hayan dado con la exfugitiva no ha sido casualidad. El año pasado comenzaron las investigaciones para localizar dentro de España a los fugitivos que integran la lista European Most Wanted, elaborada por la Europol y la rede Enfast. Aunque se sospechaba de Tailandia como posible escondite, la colaboración entre autoridades de Alemania, España y República Dominicana permitió situar en este último país el paradero de la detenida.
Allí permanecía, según la investigación de la Policía Nacional, protegida por la comunidad húngara. Tenía otro nombre, otra identidad. Hasta había contraído matrimonio con un varón dominicano, con quien tenía una hija pequeña. Residían en una vivienda familiar con una rutina aparentemente tranquila.
Al conocer las autoridades esta información, comenzó el dispositivo para interceptarla en el aeropuerto madrileño. Cuando la antigua fugitiva bajó del avión, la Policía Nacional esperaba para poner punto y final a una huida de más de diez años, por diferentes países y con distintos nombres.