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¿Cómo puedo saber si mi perro me odia? Estos son los comportamientos que tienes que observar

Se aconseja no obligar a tu perro a enfrentarse a sus miedos, cuidar su olfato y evitar abrazarlos siempre y cuando se sientan acorralados.

¿Cómo puedo saber si mi perro me odia? Estos son los comportamientos que tienes que observar
Pixabay

Tener una mascota puede ser una de las mejores experiencias de la vida. Un animal de compañía puede traer cariño, amor, diversión y un sin fin de buenas sensaciones que enriquece tanto la vida del humano como la del animal. Sin embargo, hay ocasiones en las que dueño y perro no se llevan especialmente bien

Al final, se trata de una relación en la que hay momentos buenos y malos. Es decir, habrá algunas actitudes tuyas que molesten a tu perro y ciertos comportamientos de tu perro que no te agraden. Por ello, es importante saber interpretar las reacciones y señales de tu mascota para conocer su estado de ánimo. ¿Me odia mi perro?

La web especializada PetDarling da una serie de consejos a los que hay que prestar atención para cuidar la conexión que tienes con tu perro:

No obligarlo a enfrentarse a sus miedos y evitar los abrazos

Al igual que los humanos, los perros también tienen miedos e inseguridades, y no es recomendable forzarle a que los supere. Todo tiene sus tiempos, y hay que buscar la manera correcta de tratarlos. Por ejemplo, podemos ir introduciendo sus miedos de forma gradual: si le asusta el agua, en lugar de meterlo en la piscina o en la playa, podemos comenzar con la bañera.

Por otro lado, aunque queramos abrazar de forma constante a nuestras mascotas, hay algunos perros a los que no les gusta este tipo de afecto, pues les restamos movilidad, podemos ejercer demasiada fuerza y ellos pueden acabar sintiéndose acorralados. Hay que saber interpretar las reacciones de nuestros perros a los abrazos para saber si darlos o no.

Cuidado con su olfato y con acariciar su cara

También hay que tener cuidado con el olfato de los perros, un sentido que tienen muy desarrollado. Por ello, hay que evitar usar perfumes u otros olores fuertes o intensos que pueden alterar el olfato de nuestra mascota o causarle estornudos constantes.

Además, hay que ser cautos a la hora de acariciar la cara de los perros, en especial a uno desconocido. Cuando intentamos acariciar su cabeza, el perro, de forma natural, la retira para poder continuar observando. Somos alguien totalmente nuevo para ellos, y sienten curiosidad por reconocernos. Una vez el perro esté familiarizado con nosotros, no habrá problema en acariciar su rostro.

Por otro lado, hay que dejar libertad a nuestro perro cuando lo sacamos a pasear. No nos referimos a sacarlo sin correa, sino a dejarlo olisquear sin limitarlo. Les encanta oler a diario los árboles y rincones del barrio, y suelen empujar hacia un lado opuesto de forma frecuente para oler algún estímulo que han percibido. En ese momento, no hay que obligarlos a ir en otra dirección, pues significaría limitarlo y detenerlo.