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China prueba el tren más rápido del mundo

El vehículo puede alcanzar los 1.000 kilómetros por hora, dado su sistema de levitación magnética y los tubos al vacío por los que circulará.

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Diseño Hyperloop

Un vehículo que “casi volaría”. Así es como se refieren al último tren de alta velocidad que está probando, con éxito, un grupo de científicos de la Universidad del Norte de China. Estos afirman que podrá llegar a alcanzar una velocidad de 1.000 kilómetros por hora, una cualidad que lo convertiría en el tren más rápido del mundo. Esto es posible, dado que emplea una tecnología similar a la del Hyperloop, el tren bala de Elon Musk.

Estos, a diferencia de los trenes tradicionales, no funcionan por vías, se mantienen suspendidos en el aire gracias a unos imanes de gran potencia. El circuito, por tanto, deberá ser diferente: se mueven a través de tubos casi al vacío. Y es gracias a estos dos mecanismos que el vehículo puede coger tanta velocidad: gracias a los imanes, evita la resistencia de la fricción y, con los tubos al vacío, eliminan la resistencia del aire.

Los expertos ya han puesto su diseño a prueba en un tramo de dos kilómetros, en el que el tren ha logrado alcanzar los 130 kilómetros por hora de velocidad. Y, según han anunciado los medios de comunicación chinos, ya tienen pensado el siguiente ensayo: será un circuito de 60 kilómetros de longitud en los que esperan comprobar el máximo potencial del tren en materia de velocidad, los 1.000 kilómetros hora.

Este nuevo proyecto se enmarca dentro de la modernización que China quiere llevar a cabo de su red de trenes de alta velocidad. En los últimos diez años, el país de Xi Jingping la ha cuadriplicado: ha pasado de disponer 10.000 kilómetros a los 40.000.

Una tecnología del siglo XVIII

Hay otros trenes de características similares al que están probando en China. Por ejemplo, el tren bala de Elon Musk. Se trata del Hyperloop, cuyo diseño también contempla la levitación magnética y los tubos al vacío por los que circularán las cápsulas con los viajeros o las mercancías que se quieran transportar. Para este diseño, ya hay un proyecto en marcha que pretende unir algunas ciudades europeas, como Berlín, Rotterdam y Múnich, entre otras, con Zaragoza.

Estos mecanismos, sin embargo, no son tan modernos. El primer Hyperloop fue construido en 1799 y lo pusieron en marcha a partir de 1870. Lo hizo el que por entonces era alcalde de Nuevo York, que quería ofrecer a sus ciudadanos la posibilidad de atravesar Manhattan en media hora. Pero la falta de financiación pudo con el proyecto.

Más adelante, Reino Unido utilizaba un vehículo que funcionaba a través de levitación magnética para su servicio de enlace con el aeropuerto de Birmingham desde 1984 hasta 1995. Años más tarde, en Shangai se instaló otro parecido, que conectaba el centro de la ciudad con su aeropuerto. Sin embargo, ambos proyectos tienen un defecto, que pasa por las pérdidas económicas que generan. El motivo por el que los británicos decidieron cerrar el suyo.