

Heurtel ha protagonizado un caso demencial que ratifica el desgobierno que existe en el club azulgrana. Si el regreso del francés ya sonaba a disparate, el portazo final suena aún peor.
PorJuan Gutiérrez

Página1
Heurtel ha protagonizado un caso demencial que ratifica el desgobierno que existe en el club azulgrana. Si el regreso del francés ya sonaba a disparate, el portazo final suena aún peor.
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