Messi 'distefanea' y el Barça gana

Messi 'distefanea', escribí hace poco tras un partido europeo del Barça. Sigue 'distefaneando'. Se echa atrás, arma y llega al gol. Hasta tiene quite, por astucia para colocarse e instinto para adivinar lo que pretende el contrario. Ayer fue un libro abierto, sobre todo en el primer tiempo, en el que con él al mando el Barça bordó el juego. De su bota izquierda salió un pase desequilibrante que Jordi Alba, Luis Suárez (que saltó sobre el balón) y Neymar convirtieron en un gol de extrema belleza. Luego, él mismo marcó el segundo, en un remate sin ángulo. Quitó, armó y llegó. 'Distefaneó'.

Eso sí: su segundo gol queda deslucido porque vino precedido de fuera de juego. Fue el primer fallo grueso de Mateu Lahoz, demasiado crecido para cómo le van las cosas. Luego anduvo mal con las tarjetas y se anotó dos expulsiones discutibles. Tiene algo que no me gusta: coleguea mucho con los jugadores, pero de repente se mosquea y corta por lo sano. No está bien. O se va de amiguete o se va de 'ordeno y mando', pero lo que él hace confunde a los jugadores. Este es un árbitro de claroscuros que a veces da la impresión de querer mantener un cartel de especial, y eso es lo peor.

Hoy sale el Madrid a Balaídos con un cuchillo en la garganta. No puede permitirse ni el empate. Las cuentas quedan así: ganar todo y que el Barça empate en el Manzanares. La salida de hoy del Madrid es de aúpa. El Celta tuvo no hace mucho a su merced al Barça. Aunque luego el partido se le escapara, dejó la sensación de que en una buena noche puede con cualquiera. Tiene un bonito juego de ataque, con estupendas variantes. Una prueba muy seria para el Madrid, al que luego aún quedará la visita a Sevilla y tendrá que recibir al Valencia en el Bernabéu. Un camino difícil, pero el Madrid no se rinde.