Es para mear y no echar gota. Las bolas del sorteo de la Champions League están más calientes que los empastes de un dragón. ¿Cómo es posible que durante tres años seguidos haya tres españoles en cuartos de final y al que le toca el cruce nacional es siempre al Glorioso? Es como si las bolas del Real Madrid y el Barça se repeliesen como Clemente y el tikitaka.

Otra vez el Barça, igual que hace dos años. La UEFA parece tenerle pánico a que tres españoles se puedan plantar en semifinales, pero ¿por qué siempre pringa el Atlético? El cruce Madrid-Barça es mejor reservarlo para más adelante, ¿no? Hay que tener poca vergüenza. MientraS nosotros tenemos que torear con Messi día sí y día también, mira lo que le toca a los vikingos.

De los mismos creadores de la pantomima del Apoel y el Schalke, ahora llega el Wolfsburgo. Pueden repetirnos mil veces que Draxler es un portento; como si nos lo cuentan con canto gregoriano. Mientras, nosotros nos la jugamos contra la MSN, al Madrid ya se le llena la boca con las bondades de un equipo que sufriría contra nuestro filial.

Repasemos estos últimos tres años de cruces. Cuando llegamos a la final, nos cayó el Milan en octavos, el Barça en cuartos y el Chelsea en ‘semis’. Ni una Cenicienta. Mientras tanto, antes del Bayern el Madrid jugó contra el Schalke y el Borussia... Es más difícil de explicar que el pastón que soltaron los chinos por Jackson.

Quizá lo que falta es que, ya que hay que convivir con ella, la mala suerte nos coja un poco de respeto. Creo que nos lo hemos ganado. Que se lo pregunten a todos los que han probado jarabe de Cholo desde que empezamos a ganar. El sorteo debería parecerse más a una liturgia de azar que a las elecciones de Corea del Norte. Y, oye, si todo esto es cosa del azar, que se ponga alguna vez la camiseta del Atleti.

Pero bueno, que nadie se olvide del partido de hace dos años. Ellos están mejor que entonces, pero podemos dejarles con la misma cara que Jesé en un concierto de música clásica. Y en semifinales nos caerá otra perla. Pues dará igual.; probarán otra dosis de nuestro jarabe. Con el Niño y Antoine afinados, Saúl y Koke avispados y Gabi y Godín como siempre, poco más necesitamos. Y que al Madrid le sigan cayendo ‘Apoeles’.