Fayçal convierte el Benito Villamarín en 'colonia' coruñesa
Su gol le da al Depor su séptima victoria en las últimas 12 visitas a Heliópolis. Mal debut de Van der Vaart, que se retiró lesionado.
Benito Villamarín, colonia coruñesa. Séptima victoria de los deportivistas en sus últimas 12 visitas al Betis, incapaz de meterle mano al bien plantado equipo de Víctor, que palia su derrota ante el Sporting y vuelve a tener licencia para soñar. Los verdiblancos, de fiesta mayor por cuestiones institucionales, regresan a una cruda realidad de apreturas y cierta fragilidad defensiva, tras dos encuentros en los que logró sumar y resistir mucho tiempo con uno menos.
Víctor trató de saltar al campo con la pizarra de su lado: temeroso de Joaquín, colocaba a Navarro y Luisinho, casi un doble lateral, para vigilarle. Vaya pelea de derbi con el ex sevillista que tuvo Joaquín, menos participativo y brillante que en sus dos partidos anteriores
Apretaba el Depor bien, también en la izquierda verdiblanca donde, por cierto, debutó el otro mediático que llegó este verano a Heliópolis: Rafael van der Vaart. Falto de ritmo con el balón en juego, el holandés se prodigó en una de sus especialidades, el balón parado, pero nada más. Tan tieso estaba que a poco de comenzar el segundo tiempo se retiró, sin preguntar siquiera, lesionado.
Comenzó amagando el Betis, a los cinco minutos. Puede que a Rubén le cegara un 'deja vu' y se sintiera por un segundo jugador del Depor: el caso es que echó fuera lo que no suele en lo que en directo pareció un error de Gil Manzano (penalti) y la repetición reveló como estrepitoso del canario. Minutos más tarde, Rubén sí que acertó con un buen tiro cruzado que puso en duros aprietos a Lux.
El Depor andaba casi siempre más pendiente de cerrar que de buscar a Adán. Quizá le pesaban a los coruñeses las atrevidas rotaciones de su técnico: Lucas Pérez y Luis Alberto, máximos goleadores (dos tantos ambos) miraban el partido en el banquillo. Apenas llegó arriba en la primera mitad, pero una vez que lo hizo se quedó a milímetros del gol: el chut de Cartabia desde la frontal se quedó en el palo.
Tocado por el dios de la madera, el argentino prolongó sus ganas de marcar al volver del vestuario y lo logró. Su chutazo dio esta vez en el larguero y luego superó a Adán, incapaz de alcanzar el balón en su estirada (0-1, 54').
Pero estaba ya en el campo Dani Ceballos. El Betis era más atrevido, quizá menos consistente, pero con una luz: el canterano, que había entrado por Van der Vaart. De sus botas salió el empate: recuperación, centro fácil y Petros, libre de marca y casi a placer, le pegaba un pase a la red (1-1, 59').
El partido se había roto por completo. Media hora de ida y vuelta. Pisaba más el área el Betis, pero arañaba, arañó el Depor en una magnífica combinación entre Borges, que la peinó y Fayçal Fajr, que puso colofón a su gran segunda parte con un empalme cruzado a la red (1-2, 72').
Al Betis sólo le quedaba remar de nuevo. Van Wolfswinkel, el segundo holandés que debutaba en la noche, tuvo el empate en un buen balón de Rennella pero no acertó a cazarla en el punto de penalti. Casi murió el Betis ahí.