MÁLAGA 1 - ATHLETIC 2
Muniain la lía y La Rosaleda canta "¡Schuster vete ya!"
Juanmi adelantó a los de Schuster con un gran cabezazo, pero San José y Muniain le dieron la vuelta al choque. El Athletic roza la Champions y el Málaga está en peligro.
El Athletic se llevó, con total merecimiento, los tres puntos de La Rosaleda, 12 años después, amparado en su espíritu solidario reforzado por la desidia de un entrenador, Bernd Schuster, desangelado y sin ideas. Un desastre. Los vascos echan el galgo al Villareal en la lucha por una Champions de la que ya solo está a un punto y el Málaga, con un calendario tremendo, se mete en problemas. Normal la bronca y el tremendo “Schuster vete ya” con que la grada despidió a un técnico que empieza a estar cuestionado pese a haber firmado por cinco años (eso sí con muchas ‘cláusulas’…)
El terreno de juego, infame como siempre, obligaba a los jugadores a seleccionar sus esfuerzos. Angeleri, por ejemplo, se jugó una rotura de ligamentos cuando, en una escapada por la banda derecha, levantó un trozo de tierra/césped en lugar del balón. Bastante tienen estos profesionales como para encima observar problemas en su lugar de trabajo. El Athletic tuvo la primera gran ocasión a los 20 minutos. Un balón dividido tras repeler en Tissone es rematado de manera mordida por Guillermo, otro cachorro de Lezama con estupendas maneras, titular por la ausencia de Aduriz. Weligton sacó bajo palos con autoridad. Seis minutos después, Sergio Sánchez arriesgó demasiado en un despeje por detrás cuando Mikel Rico se iba como un obús a por Willy. Pudo ser penalti y expulsión. Por suerte le salió bien.
Tras la clásica jugada en salto donde Sergi Darder, sin intención de hacer daño impactó en la nariz de Laporte, los vascos se quedan en inferioridad mientras era atendido el central francés. En ese instante llegó el 1-0. Angeleri, con inteligencia de lateral clásico mete el balón en el área y Juanmi, de manera idéntica a un golazo que marcó Jesús Mari Zamora en el Mundial de España 1982 a Alemania conecta un bello cabezazo que se cuela por la escuadra de Gorka Iraizoz. Un formidable gol de este verdadero animal de área que sólo necesita confianza. Es un Raúl de la vida.
Mientras Schuster se dormía, el Athletic buscaba soluciones. Valverde sacó a Susaeta, De Marcos y Toquero. Artillería. No le quedaba otra. Y Beñat, ni calentaba. Los leones se volcaron con decisión y el Málaga se echó para atrás. ¡Inconcebible! La hinchada no daba crédito. Y era el minuto 67…
Y pasó lo que pasó. Susaeta saca un córner y San José, rematando con el hombro, empata el partido. Premio para el que lo intentaba y castigo para el conservadurismo impuesto por el entrenador alemán que, ahora sí, puso a Pawloswki y Morales en busca más de un fogonazo de inspiración que de un objetivo orientado al logro.
Muniain había absorbido los galones y era el comandante que lanzaba a sus compañeros al asalto de un Málaga absurdo y entregado. Un Málaga sin plan y simplón Monólogo vizcaíno. Y para colmo Portillo, que ya tenía una amarilla, cometió una irresponsable falta sobre Iturraspe. Expulsado con toda justicia. Y al minuto Muniain anotó el 1-2 tras una estupenda asistencia de Ander Herrera. Willy detuvo el primer disparo (mientras su defensa estaba de vacaciones) pero el segundo ya fue demasiado. Muy festejado a lo grande por los 200 seguidores del Athletic que se acercaron a La Rosaleda a pesar de que el evento era en absurdo lunes. Y todo, 30 segundos después del absurdo cambio de Camacho por Samu en otra obra maestra del señor Schuster. Y La Rosaleda cantando “¡Schuster vete ya!”. Normal. El Málaga se está desplomando.