La última novedad en el mundo de la cerveza no pasa por crear el enésima variedad artesana, sino por fabricar una personalizada. Los cerveceros de Meantime han aprovechado que en Reino Unido los de cervezas La Virgen aún no llegado para convertirse en los reyes del lúpulo. ¿Cómo? Creando una cerveza específica para tu adn.

Según cuentan a 'The Beer Times', conociendo nuestra secuencia genética podemos saber si nuestras papilas gustativas combinan mejor con sabores amargos o dulces y, por lo tanto, si somos más de cerveza rubia, tostada o negra.

Hoy en día ser un hipster y no saber de cerveza es como ser abuelo y no saber fumar puros en las bodas: algo incomprensible. Como buen discípulo del hipsterianismo, Ciaran Giblin, fundador de Meantime Brewing, llevó esta premisa al extremo y envió a un laboratorio genético una muestra de su saliva. Con el mapeo genético en su mano, Giblin creó una cerveza artesana hecha a la imagen y semenjanza de sus cromosomas más cerveceros.

A raíz de este experimento, Meantime se asoció con el laboratorio 23andme para poner al servicio del consumidor la fabricación de una cerveza personalizada. Una vez conocida la secuenciazión genética del cliente, los cerveceros elaboran una receta en base a los datos obtenidos y se la presentan al consumidor. Si la cerveza cuenta con el beneplácito del cliente, Meantime pone a su disposición 1200 litros de cerveza (unas 2000 pintas apróximadamente) por el módico precio de 30.000 dólares.