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Ultras literatos: "¿Dónde están? ¡No se ven! ¡Los que leen a Baudelaire!"

Un grupo de 'viners' crea 'ultras literatos': la corriente de los seguidores radicales que entonan cánticos sobre literatura.

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Ultras literatos: "¿Dónde están? ¡No se ven! ¡Los que leen a Baudelaire!"

Estamos en la era de Pokémon Go, pero no podemos dejar de prestar atención a otras corrientes. Una de ellas es la de los ultras literatos, surgida hace unas semanas en un destacado grupo de viners españoles, entre ellos Isaac F Corrales o Darío Eme Hache, durante un viaje.

Todos hemos tirado de cánticos futboleros alguna vez modificándolos a nuestro antojo para trolear a algún amigo o versar hazañas de adolescencia. En este caso, Corrales y cía se pusieron la cazadora bomber para interpretar el papel de ultras de la literatura, radicales que pierden la cabeza por lo más distinguido de las letras españolas de diferentes épocas consiguiendo un resultado adictivo:

Repasemos el origen y primeros pasos de este movimiento.

Antecedentes: la tertulia de aparcamiento

Unos pandilleros, herederos del Chuky de Cieza, departen sobre las fortalezas y debilidades de las generaciones del 27 y del 98. Están divididos y hasta el estilo de la conversación plasma lo mejor de ambos grupos: por un lado, la búsqueda de la belleza propia de los poetas del 27 ("Te quedah loco / Te quedah loco con la Generación del 27 / loco"); por otro, el lenguaje parco, castellano, que caracterizaba a los escritores del 98 ("Machado, pam, Unamuno, pam, Pío Baroja, pam").

"Antonio Machado, sobrevalorado": la chispa de la revuelta

Uno de los defensores de la Generación del 98 menciona a Antonio Machado y un opositor corea "Antonio Machado, sobrevalorado". Es el germen del movimiento. Al principio aún se viven momentos confusos: hay varios forcejeos en los que se recuerda a los clásicos para bien o para mal. Aparece el nombre del Lazarillo de Tormes y se invita a Miguel de Cervantes a que salude al campeón (y al Calderón). También se conmina indirectamente a los máximos exponentes de los entremeses a que saquen a relucir su destreza. Aunque no se les menciona, en el saco van Quevedo, Calderón de la Barca o, de nuevo, Cervantes. Más tarde, se volverá a aludir al Lazarillo ("Lázaro / de Tormes / un borracho es"). Es conocida la costumbre que tienen los ultras de llamar borracho a otros.

Jorge Manrique y el segundo triplete del Barça

El grupo ultra sigue poniendo su foco en los clásicos. Le atribuyen a Jorge Manrique la condición de progenitor de Luis Enrique. Si el primer triplete fue obra de Pep Guardiola, el segundo tendría los genes del escritor. En estos versos de Manrique puede hallarse su conexión con el entrenador del Barça:

Agora que soy ya suelto,
agora veo que muero;
agora fuese yo vuelto
a ser vuestro prisionero;
aunque muriese primero,
a lo menos moriría
a manos de quien podría
acabar el bien que espero.

Manrique predice aquí el momento clave del Barça en los últimos años, cuando tras una derrota en Anoeta comienza a remontar y consigue, finalmente, ganar todos los títulos. La estrofa se centra en la desazón de Luis Enrique en aquellos días de enero de 2015 y plasma su esperanza última de supervivencia: que el club se volviese contra Messi ("aunque muriese primero" / "a lo menos moriría / a manos de quien podría / acabar el bien que espero"). Nadie murió. Messi se puso manos a la obra y su equipo acabó ese "bien" esperado.

Lorca, poeta

Los ultras se centran, a continuación, en la figura de Lorca. Son benévolos con él. Lo califican simplemente de poeta. Cuando uno piensa en poesía española, piensa en Lorca. Ambas facciones (pro 27 y pro 98) encuentran así un punto común: Lorca (G. del 27) bebió de lo mejor de Antonio Machado (G. del 98), sobre todo en su Libro de Poemas, obra en la que hay referencias ocultas a Mourinho:

Ha roto la arMonía
de la noche prOfunda
el calderón helado y soñoliento
de la media lUna.

(El concierto interrumpido, 1920)

Bécquer, las rimas y los versos de amor

En siguientes cánticos destacan la habilidad de Gustavo Adolfo Bécquer con los versos alejandrinos, que, si bien utilizó en algunas ocasiones, se desprendió de ellos curiosamente de su obra cumbre, Rimas y Leyendas

Los ultras se detienen también en un debate genérico sobre el estilo. ("Rima consonante es lo más fácil / Uuuh / rimas asonantes nos parece mejor"). Los expertos no logran descifrar la intención de este cántico: si bien se descarta que fuese creado por los defensores de la Generación del 98, tampoco puede ubicarse con claridad en los del grupo del 27, ya que los escritores del 27 utilizan la rima libre.

De repente... Bukowski

Aquí no se salva nadie. Surgen críticas a Bukowski, quizá por interpretar que en sus versos de El incendio de un sueño le resta magia al mundo literato:

muy pronto
decidí ser escritor,
pensaba que sería la salida
más fácil
y los grandes novelistas no me parecían
demasiado difíciles.

lo que me fastidiaba
de todos ellos
es que
les llevara tanto
lograr decir algo
lúcido y/
o
interesante.

Vuelve Machado: confirmación del movimiento

La corriente de ultras literatos se afianza a otras zonas cuando el grupo señala su escritor fetiche (para mal): Antonio Machado, que es adoptado por los discípulos de los ultras como el símbolo de la revuelta. La ola literata radical se extiende rápidamente a núcleos urbanos del norte, como Gijón:

Casi en paralelo, recorre también Europa. En su viaje a la Eurocopa, los ultras pusieron su foco en los lectores de Baudelaire:

Ultras literatos de gira por Francia @darioemehache

Un vídeo publicado por IsaacFcorrales (@isaacfcorrales) el

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