Ni la magia de Ginóbili puede con los Warriors: histórico 11-0

Lo primero es lo primero. Dar las gracias a unos San Antonio Spurs que dieron guerra sin esperanza. A base de experiencia, de negación de una realidad tan obvia que no se presta ni al debate. Porque la serie no tiene sentido sin Kawhi (ni Popovich encuentra cuerda de la que tirar...), pero siempre nos queda Manu Ginóbili.

39 años a cuestas y más kilómetros en las piernas de los que jamás podremos contar. Pero pura magia. Las canastas del astro argentino no solo mantuvieron igualado el partido, sino que encendieron a una afición que esperaba a la muerte sentada... Not on my watch (no mientras sea mi turno), pareció pensar un Ginóbili que levantó una y otra vez a la grada de sus asientos. Por sus triples también, pero sobre todo por sus preciosas bandejas (las de toda la vida...) y por ese caño que ya nunca olvidaremos.

"¿Maradona Ginóbili haciendo caños a los 39? Maestro", escribía en Twitter Steve Nash, otro que de magia sabía un rato. Pero ni por esas... Ni con 21 puntos del genio de Bahía Blanca (segundo jugador de 39 a más que anota 20 o más en unas finales de conferencia: Kareem Abdul-Jabbar).

El rodillo de Oakland no tiene intención de correr ni un metro más de los estrictamente necesarios para plantarse en las Finales. Sin piedad, como buenos villanos, los Golden State Warriors encajaron el puñetazo inicial de pura garra de los Spurs y después metieron el partido en el horno hasta que estuvo listo para el golpe definitivo.

Curry estuvo acertado pese a las faltas (21+5+3+6), McGee disfrutó de titular, Klay recuperó su muñeca perdida, Draymond Green le regaló un GIF a Bertans y Kevin Durant, cabecilla por méritos propios de este equipón de supervillanos, cerró con un 33+10 tan fácil... Tan insultantemente fácil (19 puntos en seis tiros en el tercer cuarto).

Solo nos queda lamentar la lesión de rodilla de David Lee (mala pinta) y poner en contexto un 11-0 que esta noche podrían replicar los Cavs pero que no deja de ser histórico. Nadie arrancó unos playoffs mejor que los Warriors 2016/17, que igualaron ayer a los Lakers del 89 y del 2001 como tercer equipo de la historia de la NBA que empieza una post temporada con 11 triunfos consecutivos. Que no sea la última, Manu.