NCAA

¿Casi 1M en bonus por ganar la NCAA y los jugadores sin cobrar?

Se reabre el debate sobre la idoneidad de que los jugadores en la NCAA sigan viviendo sólo de las becas. "Es un sistema de opresión y explotación", dice Luke Bonner.

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¿Casi 1M en bonus por ganar la NCAA y los jugadores sin cobrar?
TOM PENNINGTON AFP

La temporada 2016-17 de la NCAA llegó esta noche a su fin con la conquista del sexto campeonato nacional universitario para North Carolina. Casi al mismo tiempo, el periodista Tim Reynolds (AP) publicaba en Twitter el siguiente mensaje: “El entrenador Roy Williams ganará 925.000 dólares en bonus por la actuación de North Carolina en el torneo. Al mismo tiempo, sus jugadores recibirán camisetas y gorras maravillosas”.

Reynolds no fue el único que reabría el debate sobre el veto a pagar a los jugadores universitarios en la NCAA. “Enhorabuena a North Carolina. De verdad (JJ Redick jugó en Duke, el gran rival de los Tar Heels). También digo que todos los jugadores deberían haber sido pagados. Las becas no sirven. No para mí”, expresaba también Twitter el tirador de los Clippers.

Mantener el amateurismo no tiene valor para los deportistas ni para mejorar su paso por la universidad. De hecho se trata de una broma cruel, un concepto con dos caras que únicamente sirve para incrementar la desigualdad entre los que tienen y los que no, entre los deportistas y aquellos administradores a los que sirve y que perpetúan un sistema de opresión y explotación”, escribía en VICE Sports hace apenas unos días Luke Bonner, abogado y cofundador de la Asociación de Deportistas Universitarios y exjugador de baloncesto en West Virginia y UMass. “Mientras los deportistas se preguntan si está bien recibir a cambio un plato de pasta gratis, ven cómo sus entrenadores, administradores y escuelas aumentan sus ganancias”, decía también Bonner en el citado artículo. El mismo en el que recoge el caso de un preparador físico de football (fútbol americano) de la Universidad de Iowa que ganaba unos 600.000 dólares anuales.

Los deportistas empiezan a mostrarse su malestar con este asunto. Mientras eventos como el March Madness generan una ola de locura capaz de paralizar Estados Unidos y se firman contratos televisivos muy lucrativos (la última extensión hasta 2032 se firmó por ocho años y 8.800 millones de dólares), el gremio no recibe remuneración económica más allá de la beca académica. Ni siquiera puede firmar contratos publicitarios o de patrocinio con diferentes compañías. ¿Es esto justo? El debate está sobre la mesa.