Alejandro Mazaira volvió al quinteto inicial en detrimento de Samu Rodríguez, siendo esta la única novedad en el arranque del choque por parte de Luis Guil. Los prmeros minutos fueron de tanteo, de igualdad, de falta de acierto por parte de ambos conjuntos, y se rompieron a favor del combinado español con la entrada en pista de Eric Vila. El alero de la generación del 98 anotó dos triple para abrir brecha (12-6). Y un acierto exterior más por parte de Santi Yusta dio a España una cómoda renta al acabar el primer periodo.

España mantuvo su buen hacer en el comienzo del segundo acto y logró irse hasta un notable +9 (19-10). Pero la escuadra centroeuropea empezó a afinarse en ataque, lo que, unido a un pequeño atasco de los de Luis Guil, volvió a apretar el partido (23-21 tras una técnica al conjunto español). Parece que esta sanción sirvió para despertar a la Sub-18, que encadenaba un parcial 7-0 con un inspirado Xabi López-Arostegui (30-21). Nueve tantos de distancia que se mantuvieron camino a los vestuarios.

El descanso insufló renovadas fuerzas a la República Checa, que volvió a la cancha con un parcial 2-8 para meterse de lleno en el choque (34-31). Y con un incisivo Simon Pursl, los checos redujeron la ventaja de España a la mínima expresión (37-36). España no estaba acertada en ataque y tampoco aprovechaba las segundas opciones que le daba su dominio del rebote ofensivo. Tras más de cinco minutos con solamente tres puntos en su casillero, Barreiro y López despertaban a sus compañeros (42-36). Los de Luis Guil consolidaron su renta en 4-5 tantos para mantenerse por delante rumbo al periodo final.

El periodo final comenzó con los dos contendientes refugiándose en una zona en defensa, que daba mejor resultado a España (con Barreiro en punta de una 3-2): parcial 5-0 y dos dígitos de renta (52-42). A pesar de que con el paso de los minutos volvieron las dificultades ante el aro rival, la actividad defensiva en el propio sirvió para mantener la cómoda ventaja (54-44 tras más de cinco minutos de juego). Con la renta estabilizada en un margen cercano a la decena, y con los checos fallando en cualquier acercamiento, Ramón Vila se hacía de oro en las inmediaciones del aro para certificar el triunfo español.