PACERS 98 - BULLS 84

La batalla ante OKC pasa factura a los Bulls de Pau Gasol (18-10)

El equipo de Illinois se queda sin gasolina en el último cuarto tras el desgaste de ayer ante los Thunder. El español, doble-doble (18-10) y Mirotic, 10 puntos.

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Los Chicago Bulls son una caja de sorpresas en estos momentos de la temporada. Tan pronto ganan a uno de los equipos más en forma de la NBA, como los Oklahoma City Thunder del espectacular Russell Westbrook, como pierden al día siguiente en una cancha sin mucha historia esta campaña: el Bankers Life Fieldhouse de los Indiana Pacers (98-84). El equipo de Thibodeau lleva este curso dando esta clase de bandazos con asiduidad, pero ahora, con las bajas de Rose y Butler, esa bipolaridad se acentúa aún más.

Aunque si cabe resaltar que falte quien falte, Thibs sigue sacando magia de su chistera (hasta dónde llegará, es una pregunta difícil de contestar). Unos días es Snell, otros Mirotic y esta madrugada fue Doug McDermott. Esa habilidad para sacar rendimiento de los menos habituales cuando la situación pinta en bastos, es algo que el propio Frank Vogel, técnico de los Pacers, alabó al finalizar el duelo. Subrayó que los Bulls son el mejor equipo en encontrar reemplazos fiables en los peores momentos. Algo inherente a la cultura del equipo, manifestó Thibodeau.

El rookie apoyó el ataque de los de Illionis con 16 puntos, sólo dos menos que Pau Gasol. El internacional español logró otro doble-doble (18 tantos y 10 rebotes), el número 41 del curso, aunque como el resto del equipo se quedó sin gasolina en el último cuarto. Y después de remontar 11 puntos de desventaja entre el tercero y el último, colocándose uno arriba (66-67) con dos tiros libres del héroe frente a OKC, E'Twaun Moore (5).

La lucha, la batalla contra los Thunder fue muy dura. Y un back-to-back tras ganar en el último segundo ante Westbrook y compañía deja las piernas cargas y el cuerpo dolorido. Pero la victoria también insufla moral, lo que permitió no decaer hasta esos últimos doce minutos. Tras verse por detrás, los Pacers, primero, respondieron con siete puntos consecutivos (73-68), para elaborar, a continuación, una racha de 10-4 (7:05 al 3:37) que sentenció el duelo. "Simplemente no pudimos acabar en defensa tan bien como sabemos", explicó Thibs al finalizar.

Los de Vogel realizaron un fantástico juego coral para atar el encuentro. Seis de sus jugadores alcanzaron los dos dígitos en anotación y tanto el quinteto titular como los suplentes consiguieron los mismos puntos: 49. Con esta victoria los Pacers alcanzan a Miami en el octavo puesto en el Este (irónico es el baloncesto cuando el año pasado ambos luchaban por los primeros puestos de la Conferencia y ahora es simplemente por entrar en playoffs) y aumentan su racha de victorias a cuatro seguidas. Cogen fuerza y confianza y el run-run sobre la vuelta de Paul George se hace cada vez más fuerte: elementos que los hacen un peligro si llegan a la post-temporada.