De los resultados y actuaciones de la pretemporada hay que sacar conclusiones, pero tampoco muchas. Los entrenadores cambian jugadores a su antojo buscando una buena rotación entre el quinteto titular y la segunda unidad, y muchas de las victorias o derrotas que nos encontramos no se asemejan a la realidad. Pero también es cierto que hay encuentros, momentos, que sí que hay que tener en cuenta. Esta noche se enfrentaban en el Madison Square Garden los New York Knicks y los Washington Wizards. Los de D.C. son uno de los equipos llamados a acabar entre los 5 primeros de la Conferencia Este, mientras que los Knicks tendrán que luchar por entrar en unos Playoffs que el pasado año vieron desde casa. Ambos entrenadores, Derek Fisher y Randy Wittman, reservan algunas piezas. Calderón (tocado) y Bargnani por un lado, y Paul Pierce, Drew Gooden o Andre Miller en el otro.

A pesar de ese juego del gato y el ratón entre los técnicos, hay un jugador sobre la pista que quiere mandar un aviso, tanto a los Wizards como al resto de la Conferencia: Carmelo Anthony. El alero, que sólo ha faltado una temporada a los Playoffs, sabe que sus oportunidades de optar al anillo se van desvaneciendo con los años y no quiere que la gente olvide lo que es capaz de hacer. Anotó 30 puntos en 34 minutos, y los Knicks ganaron. Pretemporada, sí, pero nota de alerta para el resto: Carmelo no se dará por vencido.

John Wall se sumó a la fiesta de su rival y anotó 29, mientras que el joven Otto Porter se fue hasta los 22 aprovechando la ausencia de Pierce. Amare Stoudemire sigue dejando buena imagen y parece estar en forma tras un par de años terroríficos. Logró 13 puntos y 8 rebotes.