—¿Qué tal los primeros días de entrenamiento?

—Con mucho volumen de trabajo para coger de nuevo la forma de juego, porque estar bien físicamente es una cosa, pero estar bien de sensaciones es algo diferente.

—¿Le ha dado algún consejo a los invitados?

—No soy de dar consejos. Hago lo que tengo que hacer y si ellos ven algo que les pueda servir, pues mucho mejor.

—Con la vuelta de su hermano y Serge Ibaka, ¿es el juego interior de España el mejor de este campeonato?

—La verdad es que no es importante que tengamos el mejor juego interior, lo importante es jugar el mejor campeonato como conjunto. Si no defendemos bien, si no conseguimos correr, anotar fácil, jugar alegre... nos va a costar. Al final es la defensa la que te marca.

—¿Ganaría a su hermano en un uno contra uno?

—Somos demasiado competitivos y acabaríamos a leches. Jugamos muy duro y no nos gusta perder.

—La Selección está en un grupo muy duro con Serbia, Francia y Brasil...

—Obviamente, pero para nosotros lo duro ha empezado con los entrenamientos, compitiendo entre nosotros... Estos son los pequeños pasos que nos darán las opciones para ganar.

—Love y Griffin han sido las últimas bajas de Estados Unidos, ¿puede afectarles?

—Ahora mismo nos preocupa más lo nuestro e ir mejorando. Cuando nos enfrentemos a ellos, trataremos de ser los mejores ese día.

—¿Hay algún movimiento que le gustaría imitar de otros jugadores?

—Intentas hacer un poquito de todo. Desde pequeño tuve la suerte de tener entrenadores que me animaban a probar cosas diferentes. Nunca he sido un jugador explosivo ni rápido y ellos me incentivaban para hacer otras cosas, movimientos que no eran de pívot, pero que luego te das cuenta que son importantes. Un pívot tiene que saber hacer cosas de base, de alero... de esta forma el entrenador te puede utilizar de más maneras y estás preparado para afrontar los retos que te propone el partido.

—¿De pequeño se hubiera imaginado estar jugando en la NBA, en la Selección...?

—Imposible, pero lo estoy disfrutando desde el primer día. Voy guardando en la cabeza imágenes, recuerdos, fotos... cogiendo experiencias que me han ayudado a ir mejorando. Todo eso te va convirtiendo en una mejor persona, que es lo que al final queremos todos.

—En la presentación de la Selección, Pau dijo que “posiblemente sería un fracaso no conseguir una medalla”, ¿está de acuerdo con sus palabras?

—Sí, somos ambiciosos y queremos lo máximo. Que veamos las medallas lejos en el espacio­-tiempo es obvio, pero que queremos llegar ahí está claro, es nuestro objetivo. Nadie se va a esconder, queremos llegar a lo más alto y sabemos lo que tenemos que hacer.

—Ha participado en varios anuncios, ¿cómo se ve como actor?

—No soy muy bueno. Tratas de ayudar a la marca y ser lo más natural posible. El primero no fue un hit (se ríe), pero haces lo que puedes.