Honduras arrasó en Tegucigalpa: una noche de goles, confianza y conexión ante Haití

Un enfrentamiento que arrancó con el balón muy bien peleado entre locales y caribeños tuvo un inesperado pero bien trabajado batacazo en cuestión de 45 minutos (49’ en cuenta con los cuatro agregados)

Los intentos constantes de Grenadiers como Expérience fueron atenuándose de poco en poco a raíz de la evidente conexión entre la ofensiva catracha.

Romell Quioto inició el tanteo y previo a envalentonarse, se sometió a una serie de fallas claras: prácticamente desde los primeros diez minutos erró. Para los primeros quince, el dominio local era innegable: presión alta, juego colectivo y una línea ofensiva con gran movilidad.

Tres goles en 45 minutos

El gol no tardó en caer y como rara vez sucede, la asistencia maravilló más a la hinchada que la estética del gol. Andy Nájar la pasó a Kervin Arriaga y en conjunto tejieron una jugada de fantasía que les permitió irse arriba en la pizarra. Con un toque sutil, el atacante definió por arriba y desató la euforia en las gradas: 1-0 para Honduras.

Los caribeños intentaron reaccionar, pero se toparon con un Menjívar sólido y una zaga bien plantada, no obstante Pierrot y Nazon no mostraron intimidados, incluso le sacaron más de un susto al arquero catracho. La magia de Honduras comenzó, irónicamente, cuando Haití se mostraba bien acomodado y Anthony Lozano se sacudió las críticas cuando al minuto 26 reventó las redes de Johnny Placide.

Su tanto de regreso se produjo tras contraataque vertiginoso, el delantero del Santos Laguna recibió el balón y definió cruzado para ampliar la ventaja: el 2-0 desató un grito general de desahogo en todo Tegucigalpa.

El ritmo no bajó y las triangulaciones dieron pie al jugadón con que la ‘H’ consiguió el 3-0: al minuto 39 ‘Choco’, Palma y Andy Nájar se complementaron lo suficiente como para llevar la pelota al terreno más peligroso. Kervin Arriaga tomó la oportunidad y disparó a quemarropa; Placide rechazó pero a medias, pues el rebote quedó perfecto para Romell Quioto, quien con potencia firmó la sentencia.

El cierre del primer tiempo fue un espectáculo: toque, presión y dominio total. El público aplaudía cada pase, cada recuperación. Un “jogo bonito” catracho.

Un 2° lapso de faltas y resistencia

El encuentro bajó de revoluciones, aunque el control siguió siendo local de principio a fin; eso sí, ahora con destellos caribeños a raíz de los cambios que Migné ejecutó.

Al minuto 54 Placide salvó el cuarto tanto con una atajada brillante tras un cabezazo de Lozano; el guardameta se lució al evitar el cuarto tanto catracho. Fue entonces que comenzaron las faltas: Luis Palma vio la primera amarilla, y más tarde Quioto y Arriaga se sumaron a los amonestados.

Haití tuvo una opción clara al minuto 79, pero Edrick Menjívar respondió con una atajada segura, asegurando su arco en cero. El pitazo final selló una noche redonda para la “H”: tres goles, tres figuras en ataque y una afición que volvió a creer. Honduras mostró una cara completamente diferente a la que se le había adjudicado tras el 0-0 vs. Costa Rica.

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