¿Puede el ICE intervenir en el envío de remesas de dinero de Estados Unidos al extranjero?

Las detenciones y deportaciones por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han intervenido en el envío de remesas, ya que en algunos países, incluidos varios de Centroamérica, se han disparado, mientras que en México la frecuencia con la que se envía dinero ha caído.

De acuerdo con un reporte reciente de Telemundo, en el periodo de enero a julio, en Guatemala las remesas aumentaron un 20%. En Honduras subieron al 25%. Por otro lado, las remesas a Nicaragua subieron un 22% y el envío de dinero a Haití registró un incremento del 27%.

En el caso de algunos migrantes que envían dinero a sus familiares en el extranjero, pero que son detenidos por el ICE, sus patrones económicos cambian. La prioridad es conseguir el dinero para cubrir los gastos legales en el intento de regularizar su estatus migratorio. La consecuencia es que envían menos dinero al extranjero o con una menor frecuencia.

Por otro lado, los migrantes que residen en Estados Unidos buscan sacar la mayor cantidad de dinero posible ante el temor de una posible deportación, ya sea dinero de sus nuevos salarios o de sus ahorros. “Están tratando de adelantar el envío de dinero por si ya no pueden hacerlo el próximo año”, explicó a CNN Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Inter-American Dialogue.

Estados Unidos prepara un impuesto a las remesas

En julio, el presidente Donald Trump promulgó la legislación conocida como One Big Beautiful Bill, que entre otras medidas contempla imponer una tarifa a las remesas. El proyecto de ley tuvo dificultades para ser aprobado en la Cámara de Representantres, así como en el Senado, donde el vicepresidente estadounidense, JD Vance, tuvo el voto decisivo.

Una vez que fue aprobada en la Cámara de Representantes, los senadores votaron por varias enmiendas, incluida una sobre el impuesto a las remesas. Tras los cambios, el proyecto de ley regresó a la Cámara de Representantes para su aprobación y posteriormente, fue promulgada por el presidente Trump.

Inicialmente, se contempló un impuesto del 5% al monto de cualquier transferencia de remesas. Posteriormente, bajó al 3.5% y finalmente, el impuesto quedó en un 1% para cualquier persona que envíe dinero al extranjero, incluidos ciertos ciudadanos estadounidenses que envíen remesas.

Con el impuesto del 1%, al enviar 500 dólares, se tendría que pagar un impuesto extra de $5, los cuales serían adicionales a las comisiones que cobran las empresas financieras de envío de dinero, como Western Union. El impuesto a las remesas entrará en vigor el 1 de enero de 2026.

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