Otra travesura más de Zipi y Zape, Ángel y Molina. No hay partido en el que esta pareja no incurra en una de sus diabluras. Esta vez fue el Depor el objeto de sus trastadas, si bien en parte fue el propio Depor el que se ofreció. Tres ocasiones tuvo el Getafe en la primera parte, dos goles. Para más chifla, uno en propia puerta, de Bóveda. Ángel (11) y Molina (7), 18 goles entre los dos.
Seedorf quiso que Muntari jugase de Seedorf, de mediocentro defensivo, que fue como terminó jugando él. Seedorf se ve en Muntari, confía en él, y por eso le puso donde habitualmente no suele jugar el ghanés. Quizá porque también empezó de media punta, como él, y quizá porque también jugo en el Milán con él y después le tuvo a sus órdenes en el Milán también.
La mala noticia para Muntari y para los otros 21 que estaban en el campo era que el césped apenas daba margen para nada; si acaso, para chapotear y poco más. Un pase raso lo más probable es que se quedase frenado, un pase por alto lo más seguro es que no adivinases si el balón iba a salir despedido o a quedarse clavado.
Portillo está acostumbrado a hacer cosas con el balón que los demás no pueden hacer, y por eso supo jugar incluso en un terreno impracticable. Suyo fue el pase (magnífico) a Amath que dio origen al 1-0. Y otros muchos pases más.
De todos es sabido que el Depor sangra en defensa. Llegó al partido como el equipo más goleado de Primera, con 53 goles encajados. En la primera parte el Getafe tuvo tres ocasiones. La primera fue un disparo de Ángel desde fuera del área que desvió Rubén. La segunda, un internada de Amath que remachó Ángel sobre la línea de gol y, la tercera, un robo de Molina con pase a Ángel y centro atrás de este buscando la pared con su cómplice que Bóveda introdujo en su portería al querer despejar. De tres ocasiones, dos goles.
Tras el descanso, el Depor siguió concediendo mucho. En el 48', Bruno cabeceó al palo un saque de esquina. En el 53', Rubén tuvo que volar para enviar a córner un disparo de Amath. El propio Amath tuvo otra ocasión más en su especialidad, una contra (68'), pero pecó de egoísta. La última viñeta del partido la protagonizó Molina, marcando el 3-0 al aprovechar que Bóveda dejó corto un pase a su portero.
El Depor tuvo tan pocas ocasiones de gol que nadie cayó acordase de que Guaita no jugó porque se lesionó en el calentamiento. La ocasión más peligrosa fue un tiro desde fuera del área de Luisinho en el 80'. Queda todo dicho.