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PYEONGCHANG 2018

Queralt Castellet fue séptima, diploma olímpico en halfpipe

La rider de Sabadell no pudo llegar a la soñada medalla en sus cuartos Juegos, pero obtuvo su mejor resultado olímpico. Es el noveno diploma de la historia de España.

Queralt Castellet fue séptima, diploma olímpico en halfpipe
David RamosGetty Images

“Nunca estarás sola sobre la tabla” “Siempre lo has soñado”. Con esas frases escritas en su casco Queralt Castellet saltó al tubo para llegar al máximo en la final olímpica de snowboard halfpipe de Pyeongchang. Ambiciosa la de Sabadell, soñaba con una medalla, pero se quedó lejos. Su resultado fue un séptimo puesto, el noveno diploma de la historia de los Juegos de Invierno para España que le reconocen como la pionera y deportista única que ha sido siempre. La chica de Sabadell que se marchó a Nueva Zelanda para ser una grande… al más puro estilo Javier Fernández.

A sus 28 años y con una historia de película (de hecho su vida está relatada en el mediometraje Ride to the Roots), Queralt afrontaba en Corea sus cuartos Juegos Olímpicos. En Turín 2006 (26ª) era una niña de 16 años, la benjamina de la delegación, en Vancouver 2010 era la abanderada y no pudo salir a la final tras un accidente en prácticas, en Sochi 2014 fue undécima y en Pyeongchang 2018 llegaba en “el mejor momento a nivel físico y personal”. Con ello, y con las mandarinas de la suerte que le daba su entrenador Benny Bright en el portillón saltó al tubo coreano…

La primera ronda fue de toma de contacto y Castellet firmó 59.75, iba sexta, pero necesitaba jugársela mucho más. Chloe Kim, de 17 años en otra galaxia, ya se había ido a 93.75 para su oro Y Queralt se la jugó un poco más en la segunda, sacó el frontside 1080, un truco en el que vuela muy alto, y selló una manga correcta. Los jueces fueron poco generosos y le dieron 67.75. Poco parecía. La puntuación para el bronce la ponía Arielle Gold, con 87.75. La española tenía que arriesgar al máximo. Salió elegante, directa a por ello. Un backside 9, un frontside 9 y frontside 1080 y… un desequilibrio al planchar. El sueño se esfumaba y Castellet golpeaba el suelo de rabia.

Mientras Queralt peleaba con la contrariedad, Kim remataba el oro, con 98.25, y pensaba en sus dos pasiones gastronómicas: los churros y el helado. Y volvió a tuitear durante la final: "Deseo un sandwich, tengo hambre". La china Liu cazaba la plata y Gold hacía valer su bronce. La histórica Kelly Clark se quedó fuera del que de podría haber sido su cuarto podio y la de Sabadell firmaba séptima, el mejor puesto en su carrera olímpica de esta rider que fue subcampeona mundial en 2015 y que en 2018 ganó la Copa del Mundo de Snowmass.

Este diploma de Queralt tiene un mérito especial, como habrán comprobado los espectadores del film Ride to the Roots. En la cinta cuenta cómo vivió en 2015 el fallecimiento durante un cáncer de su pareja, Ben Jolly, en Nueva Zelanda, algo que hizo que estuviera a punto de abandonar para siempre la montaña. Recuperó las fuerzas, se alió con coach Benny Bright, hermano de la histórica Torah Bright, que le enseñó a entender mejor el snowboard. Con esa nueva visión, optimista y alegre, Castellet se plantó en los Juegos. No vino la medalla, pero tiene su diploma y lo más importante, lo que pone en su casco: “Nunca estará sola sobre la tabla”.

Clasificación

1. Chloe Kim (USA) 98,25 pts (93.75 + 41.50 + 98.25) 2. Liu Jiayu (CHN) 89,75 (85.50 + 89.75 + 49.00) 3. Arielle Gold (USA) 85,75 (10.50 + 74.75 + 85.75) 4. Kelly Clark (USA) 83,50 (76.25 + 81.75 + 83.50) 5. Cai Xuetong (CHN) 76,50 (20.50 + 41.25 + 76.50) 6. Haruna Matsumoto (JPN) 70,00 (70.00 + 46.25 + 65.75) 7. Queralt Castellet (ESP) 67,75 (59.75 + 67.75 + 43.75) 8. Sena Tomita (JPN) 65,25 (65.25 + 34.50 + 60.50)