Roger Federer avanza fresco y sin desgaste: "Pedí jugar de noche"
El suizo, que ganó al alemán Struff en tres sets, ha jugado tres horas y 34 minutos en las dos primeras rondas. Su siguiente rival es el francés Gasquet.
Con mucha tranquilidad, sin sobresaltos, fresco y con poco desgaste. Así se ha plantado en la tercera ronda del Abierto de Australia Roger Federer. El suizo ha ganado al alemán Jan-Lenard Struff (27 años y 53 del mundo) por 6-4, 6-4 y 7-6 (4) en una hora y 55 minutos, 16 más de lo tardó en despachar a Aljaz Bedene en su primer partido en la Rod Laver Arena. En total, 3h:34 de juego en lo que va de torneo. Nadal ya ha invertido 4h:12 y Djokovic, 4h:36. Además, ha disputado los dos encuentros de noche, con temperaturas más bajas que el español el miércoles y el serbio este mismo jueves. Jim Courier le preguntó a pie de pista si había pedido el horario nocturno: "Como otros 60 compañeros. Sí, soy uno de ellos". Después, el extenista le inquirió si creía que él tenía más influencia que los demás, y el helvético no se cortó: "Posiblemente (entre risas del público), pero no depende de mí. No sé si decidirá la televisión o quién será".
Así camina Federer hacia su 20º título de Grand Slam, el sexto en Melbourne, pero presumiblemente su senda empezará a tornarse más difícil a partir de cuartos. Para empezar le espera un veterano con experiencia y orgullo como Richard Gasquet, si bien el francés sale mal parado en los enfrentamientos con el Genio de Basilea: 16-2 y no le gana desde 2011 en Roma y sobre tierra, la peor superficie para Roger. El otro triunfo de Gasquet fue en el primer duelo, en 2005, sobre la arcilla de Montecarlo. En octavos el camino se le ha despejado, porque si avanza se mediría con Fucsovics, que eliminó a Querrey, o Kicker. Luego ya podría tocarle Del Potro, su verdugo en el US Open.
Contra Struff, Federer casi no sufrió. Solo un break en el tercer set le hizo ponerse el mono de trabajo para resolver en el tie-break. Y ojo, Federer sacó de maravilla, 17 aces —no los mete todos los días— y solo una doble falta. Además, 36 golpes ganadores. Una faena de aliño más que aceptable, notable en realidad. A ver quién le pone el cascabel a este gato.