Yves Lampaert supera la batalla del viento y se viste de rojo
El Quick Step sorprendió a los sprinters en los últimos dos kilómetros, el belga entró en solitario y se puso líder. Fue una etapa muy tensa y nerviosa.
El viento era la amenaza. Y el viento fue la solución para el Quick Step. No era una clásica flamenca, pero en los dos últimos kilómetros se asemejó. Los rodadores belgas tomaron la cabeza, pusieron el turbo y rompieron la posibilidad del primer sprint masivo. Yves Lampaert, un consumado contrarrelojista, arrancó en solitario y llegó victorioso, justo por delante de su compañero Matteo Trentin. Una exhibición. El estreno de Lampaert en una gran ronda trajo premio doble, porque arrebató el maillot rojo a Rohan Dennis con la bonificación. Los cortes también afectaron a los gallos. Vincenzo Nibali, el más beneficiado, metió un puñado de segundos a sus rivales. No fue mucho tiempo, pero el Tiburón ya enseña los dientes.