Los Celtics pierden y ceden el liderato a los Cavs de LeBron

Jarro de agua fría en Boston. Los Celtics estrenaban el liderato ante su afición y lo dejaron escapar con una inesperada derrota ante los Bucks. Una canasta del rookie Malcolm Brogdon, de lo poco potable de la clase 2016, acabó por sentenciar el partido (100-103) pese a la gran defensa de Avery Bradley. Más allá de tan decisiva acción, el escolta, número 36 del último draft (ya saben dónde está el robo), resultó clave con su agresividad en ataque en los minutos finales. Acabó firmando 16 puntos, 4 rebotes y 9 asistencias para robarle el protagonismo a un Giannis Antetokounmpo que ya nos ha acostumbrado a noches con 22 tantos, 9 rechaces, 3 asistencias, 3 robos, 3 tapones y sólo 2 pérdidas. Fácil.

Siempre resulta noticioso que los de Brad Stevens dominen el rebote (42-35). Pero a pesar de que lograran más del doble de segundas opciones (el bagaje en capturas ofensivas fue de 15-7), los ciervos hicieron valer su mayor acierto. Convirtieron el 52,6% de sus tiros de campo, dato que contrasta con el 39,8% de un rival que llegó dormido a la cita. Mediado el segundo cuarto los locales marchaban 14 abajo (33-47). Reaccionaron y llegaron a ponerse arriba con un triple de Jaylen Brown (75-74), pero Milwaukee mostró más hambre y determinación por la victoria. Y un banquillo mucho más productivo. Buena parte del resultado se resume en la aportación de una y otra segunda unidad.

Greg Monroe hizo daño en la pintura y Khris Middleton volvió a cuajar una gran actuación. Su vuelta a las canchas coincidió con la baja para lo que queda de curso de Jabari Parker. Un gafe con las lesiones que, lamentablemente, ha sido la tónica general para los de Wisconsin en los últimos años. Pese a ello, han sabido levantarse. El premio, si no ocurre nada raro de aquí a los dos semanas que quedan para el cierre de la Temporada Regular, poder pelear de tú a tú con los Hawks por el quinto puesto del Este. Con la victoria en el TD, su presencia en los playoffs se da por descontada. Mucho mérito lo que está haciendo la joven topa de Jason Kidd.

Por su parte, los Celtics se dieron un baño de realidad. Con Cleveland descansando, no supieron aprovechar los tropiezos de los Raptors y los Wizards para reforzarse en un liderato que han entregado sin jugar a LeBron James y compañía. Unos Cavaliers a los que recibirán justo en una semana. Si quieren que dicho encuentro sea una 'final', no se pueden permitir más tropiezos y sacar tajada de su más benévolo calendario. Pese a que Smart, Bradley, Horford y Crowder anotaron en dobles dígitos, fue Isaiah Thomas quien mantuvo a los verdes a flote. El base (32+5+4+3 robos) no pudo celebrar con un triunfo su enésimo hito de la campaña. Y es que superó la barrera de los 2.000 puntos en esta 2016-17 para convertirse en el sexto jugador de la historia de los Celtics que lo consigue. Se dice pronto.