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TIMBERWOLVES 103 - WARRIORS 102

Ricky (17+13) brilla ante Curry y los peores Warriors con Kerr

Minnesota se aferra a los Playoffs con una ajustada victoria. Golden State vuelve a encajar dos derrotas seguidas. Marchan 2-4 desde la lesión de Durant.
Final NBA: Cavs vs Warriors, juego 1

Ricky Rubio trata de superar la defensa de Stephen Curry.
Ricky Rubio trata de superar la defensa de Stephen Curry.CRAIG LASSIGEFE

Suenan las alarmas en Oakland. Tras tirarse casi dos años y 146 partidos sin encajar dos derrotas seguidas en Temporada Regular, los Warriors han vuelto a encadenar un par de encuentros perdidos por segunda vez en un plazo de solo diez días. Desde que Kevin Durant cayera lesionado en Washington el pasado 28 de febrero, Golden State registra un 2-4 de balance. Y lo que es aún peor, las sensaciones que transmite no son nada halagüeñas. De nuevo sin acierto exterior (7/24 en triples), cayeron con merecimiento ante unos Wolves que llegaron a dominar por 17 puntos en el segundo cuarto (57-34), pero que acabaron sufriendo hasta el último segundo para asegurarse un ajustado triunfo por 103-102.

Una depresión parece haberse instalado en los californianos. Todo lo contrario que en Minnesota, franquicia que atraviesa por su mejor momento en años. Lo que se reflejó en los 20.412 espectadores que acudieron al Target Center (cifra nunca antes vista en dicho pabellón). Los Wolves por fin se han creído que pueden poner punto y final a la mayor sequía en la actualidad sin pisar los Playoffs (12 temporadas). Dos partidos y medio les separan en estos momentos del octavo, los Nuggets. "Vamos a por los Playoffs. Estamos aprendiendo y adquiriendo cada vez más experiencia. Este tipo de partidos significan mucho para nosotros", comentaba Ricky Rubio, uno de los grandes protagonistas. El español salió airoso de su particular duelo ante Curry (una sombra de sí mismo) y dirigió con ritmo y alegría la sexta victoria de los Wolves en sus últimos ocho enfrentamientos. Ricky logró su tercer doble-doble consecutivo —incluyendo su triple-doble ante los Spurs— y quinto en los últimos siete partidos al aportar 17 puntos, 13 asistencias y 4 rebotes. Compensó su 3/10 en tiros con un inmaculado 11/11 en tiros libres, además de alimentar a sus compañeros y regalar un pase de fantasía a Dieng. Pura magia. La continuidad en el juego y haber dejado ya atrás los rumores de su posible salida le han sentado de maravilla. Cuestión de confianza.

Stephen supera a Dell

Una confianza que tampoco le falta a Curry a la hora de mirar el aro. Sin embargo, le está costando encontrar ese toque de muñeca que le caracteriza. Anoche firmó un 26+6+7, pero perdió 6 balones y, peor aún, convirtió 10 de los 27 tiros que intentó. Escaso acierto que se acentúa mirando su estadística en triples: 1/8. Quién lo diría, pero el doble MVP es uno de los que más está echando en falta a Kevin Durant. Desde que está de baja apenas ha convertido el 27,7% de sus triples (18/65). Antes del desgraciado percance del alero, registraba un 40,7%. Aunque eso sí, en su único bingo de la noche (sigue contando con estos guiños del destino) superó los 12.670 puntos que su padre Dell logró a lo largo de su carrera. Consuelo menor.

El mejor en Golden State fue Klay Thompson (30 puntos), el encargado de encabezar un parcial de 0-13 al inicio del último cuarto que devolvió la vida a los suyos (90-89). El marcador se mantuvo apretado hasta un final en el que acabó pesando más el fallo de Curry que pudo dar la victoria a los Warriors cuando el encuentro agonizaba que los dos tiros libres errados —posteriormente enmendados— por Wiggins (completa actuación del canadiense) poco antes. 

Mucho antes la pieza clave que inclinó la balanza del lado local, sobre todo en la primera mitad, fue Karl-Anthony Towns (23+9). El dominicano sumó su decimonoveno duelo consecutivo alcanzando la veintena (mejor marca del momento en la Liga) y acabó desquiciando a Pachulia y a un histérico Draymond Green. Por si fuera poco, el banquillo de los Wolves dio el do pecho con Bjelica y Muhammad aportando desde la segunda unidad. Suficiente para que los lobos se llevaran su primera alegría en casa y ante los campeones en 2015 desde febrero de 2011.

No lo vio nada claro Steve Kerr desde el principio. Su equipo se encuentra en su peor momento desde que este ocupa el banquillo (octubre 2014). Y aún puede ir a peor. Esta misma noche (02:30 de la madrugada hora española) visitan San Antonio. Un partido en el que el liderato de la Conferencia Oeste y que Curry, Klay, Green e Iguodala verán desde el banquillo. El técnico anunció que les dará descanso. Un dato para acabar: no encajan tres derrotas seguidas desde noviembre de 2013. ¿El final de otra racha?