TELEVISIÓN

Un restaurante desvela la ‘realidad’ de ‘Pesadilla en la cocina’: “Lo ensucian todo”

Los dueños de La Taberneta, Walter y Ana, han compartido algunos entresijos del programa. “Me pidieron desde el programa que no limpiara nada”.

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El famosos y polémico chef Alberto Chicote nos traerá un jueves más sus experiencias en las cocinas de diversos restaurantes e intentará detectar los fallos que presentan para tratar de transformarlo en tan sólo un par de semanas y hacer que el negocia vuelva a funcionar económicamente.

Pesadilla en la cocina es de esos formatos que aterrizaron en la televisión como un verdadero terremoto y así lo demuestra la dilatada audiencia cosechada en sus ocho temporadas en pantalla. El programa presentado por Alberto Chicote tiene como objetivo ayudar a aquellos restaurantes, donde el caos reina en sus interiores. Sin embargo, algunos de estos establecimientos no han quedado muy satisfechos con los servicios del chef, o si no, que se lo digan a los dueños La Taberneta, Walter y Ana.

Este episodio, que tuvo como protagonista a este restaurante, es considerado como una de las entregas más polémicas de la historia de este formato. Los propietarios han relatado cómo fue su experiencia en el programa de Chicote, donde han desvelado lo que realmente sucede detrás de las cámaras. Walter señala que, en los días previos a la grabación, los miembros de la producción de Pesadilla en la cocina ensuciaron los interiores de su local.

“Los clientes son figurantes”

Cinco días antes de que vinieran, me pidieron desde el programa que no limpiara nada. Luego vino gente del programa y ensuciaron con sprays”, cuenta. Los dueños de La Taberneta también critican la reforma que sufrió su establecimiento, que va a cargo del propio programa. “Parecían baldosas, pero en realidad era papel. Una vez que se fueron se cayeron al suelo y lo tuvimos que reformar de nuevo”, cuentan en el canal de YouTube de Juanjo Dalmau.

Por otro lado, los responsables del restaurante barcelonés aseguran que los comensales se tratan de figurantes que son contratados por el programa. “Los clientes son figurantes. Se reúnen una hora antes cerca y allí les dicen lo que tienen que hacer”. No obstante, ambos reconocen que su puesta en escena en Pesadilla en la cocina les permitió aumentar su clientela hasta un 20%. “La gente venía y se hacían fotos para saludar”.