Un nutricionista alerta sobre el peligro de las cenas: “Puede llevar a un aumento de peso”
Pablo Ojeda reflexionó en sus redes sociales sobre cómo debe ser una cena para ser positiva: muchas proteínas y ningún procesado.
El nutricionista Pablo Ojeda es uno de los más conocidos en su profesión gracias a su presencia en las redes sociales, donde tiene cientos de miles de seguidores, y a su trabajo en el programa de televisión ‘Más vale tarde’. El profesional de la alimentación comparte a menudo contenido para recomendar a sus seguidores tendencias saludables que pueden mejorar su día a día.
Una de las reflexiones más importantes es la que hace sobre las cenas. La última comida del día es una de las más relevantes, pues después de ella pasa mucho tiempo hasta llegar al desayuno. ¿Debemos, por ello, llenar más el cuerpo de comida para no pasar hambre? Ojeda lo tiene claro.
“Durante el día nuestro metabolismo está activo, está arriba, quemamos calorías más rápido. Pero por la noche, cuando se prepara para descansar, el metabolismo se vuelve más lento y esas calorías extra no se queman igual y terminan acumulándose. Por ello, es mejor cenar algo saciante con proteína, que te va a mantener lleno y activa un poco el metabolismo. Suplementos como la melatonina, el magnesio, la valeriana son positivos, pero tómalos con supervisión, por favor”, expone.
Descarta, salvo excepciones concretas, el clásico fruta con yogur por no ser lo suficientemente saciantes. También los alimentos procesados, puesto que pese a tener muchas calorías terminan generando hambre a corto plazo. Las personas corren, entonces, el riesgo de padecer el conocido síndrome de alimentación nocturna, es decir, lo que comes sin control entre la cena y el desayuno.
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“Por estrés, por falta de sueño, por tener una dieta desequilibrada o por problemas de la vida”, cualquier persona está expuesta a este problema alimenticio. Ojeda, para evitarlo, recomienda no recurrir por la noche a las luces brillantes o azules de las pantallas móviles o televisiones. Y es que, “lo que consumes por la noche puede almacenarse con más facilidad en forma de grasa, lo que puede llevar a ese aumento de peso o, incluso, a enfermedades crónicas como la diabetes”.
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