Tom Felton narra el infierno personal que vive con su nuevo proyecto actoral

Tom Felton es uno de los actores más codiciados de su generación. El que fuera Draco Malfoy en ‘Harry Potter’ ha experimentado un gran crecimiento profesional desde su participación en la popular saga de J.K Rowling por lo que le llueven las ofertas laborales desde hace más de una década. El inglés, de 34 años, cuenta en la actualidad con un papel muy importante en la obra teatral ‘2:22 A Ghost Story’ en el Criterion Theatre de Londres, aunque no todo está siendo de color de rosa para él.

En una entrevista para el medio ‘The Guardian’, Tom Felton se sincera sobre la dificultad que está teniendo para llevar a cabo su personaje en esta obra. El intérprete inglés asegura que trabajar en teatro es una experiencia muy distinta a la del séptimo arte. “Hay muchísimas líneas que aprenderse. Un guion de 140 páginas en las que la historia y los diálogos avanzan sin parar, por lo que un solo hipo lo deja todo por los suelos”, explica. “Solo somos cuatro personas durante una hora y media, no puedes distraerte ni por un segundo”, añade.

Si bien el teatro supone un auténtico reto para él, Felton se considera un afortunado por trabajar de lo que más le apasiona. Sin embargo, hay otros aspectos que no lleva nada bien y que ha hecho públicos en declaraciones para el citado medio. Y es que el nivel tan alto de exigencia afecta considerablemente a su estado de nerviosismo. “Actualmente estoy luchando contra mi cerebro ya que aquí necesitamos que todo sea preciso, una y otra vez, con ocho pases a la semana durante 17 semanas. Esto no ayuda para nada a mi ansiedad”, afirma.

Ritmo frenético

La obra de teatro, que se ha estrenado este mismo mes de mayo, está protagonizada por Mandip Gill, Beatriz Romilly, Sam Swainsbury y Tom Felton. Cuenta con ocho sesiones a la semana y dos grandes pases los fines de semana. ‘2:22 A Ghost Story’ tiene previsto mantenerse en cartelera en el Criterion Theatre de Londres hasta el próximo mes de septiembre, aunque podría extenderse si su éxito se mantiene como hasta ahora.