TELEVISIÓN

María Patiño estalla en ‘Ni que fuéramos’ contra Marta Riesco: “Eres una manipuladora”

La presentadora y su colaboradora se enzarzaron en un una fuerte discusión en torno al concepto de acoso mediático que terminó por sacar a la palestra asuntos personales.

María Patiño estalla en ‘Ni que fuéramos’ contra Marta Riesco: “Eres una manipuladora”

Hay platós de televisión donde la polémica parece recorrer cada esquina, introducirse en la voz de los tertulianos y ocupar cada uno de los temas que componen la escaleta del formato en cuestión. Para bien o para mal, la vivacidad que circula en Ni que fuéramos shhh hace brotar en el ambiente ese gen impulsivo que tanto engancha a sus telespectadores; a veces, quizá, hasta el punto de desatar una discusión a grito pelado.

Así ha ocurrido entre María Patiño y Marta Riesco, quienes se han enzarzado en una conversación que ha llegado a adquirir tintes personales y que ha iniciado a causa de un debate acerca de la presión que pueden ejercer los medios sobre las personas con relevancia informativa —el diálogo se daba en torno a la figura de Bárbara Rey y las imágenes que retrataban su último paso por el hospital—.

La exreportera de Telecinco era firme: había acoso. discrepaba la presentadora del espacio. “El acoso mediático se hace desde los platós de televisión porque cuando tú estabas mal no te dolía quién te perseguía, te dolía lo que decían de ti en los platós. ¿Tú sabes lo que es el acoso?”, cargaba María Patiño, que hacía de sus palabras el filo de una espada. Riesco aseguraba que “por supuesto que sí”. Habían desenfundado.

“¡Has estado con gente famosa y se han callado!”

El enfrentamiento sólo giraba en una espiral ascendente que la presentadora asumió para recordar el pasado de su compañera de trabajo con Antonio David Flores. “Estoy indignada porque los que hablan de acoso mediático están aquí sentados hablando del tema. Yo me levantaría y me iría”, dejaba caer Patiño, replicando Riesco a cada indirecta: “A mí se me grabó en la López Ibor y yo no había participado en nada. No he hecho ninguna exclusiva, ni me he sentado en ningún plató cobrando”.

Quería desmarcarse Patiño de las palabras de Riesco y aprovechaba las diferencias entre ambas para arrojar una estocada. “Yo también he estado como tú y a mi me han respetado, pregúntate por qué. Yo no he jugado y tú sí has jugado, y cuando he tenido problemas nadie lo ha sabido. Tú has jugado con tu historia y te ha salpicado”, aseveraba, despertando la ira de la comunicadora. “Eso no es verdad, tú tienes también un límite de cosas que no se te pueden nombrar”, exclamaba Riesco; elevaba todavía más el tono Patiño: “Porque me las he ganado yo. Yodos colaboramos en los acosos, las agencia y los medios, y no hay nada más cínico que eso”.

Volaban los cuchillos. “Para mí la gente que está participando en un programa de televisión vendiendo su vida no son la Marta Riesco del pasado”, expresaba la periodista, a lo que Patiño exclamaba: “¡No lo has entendido, eres una manipuladora! En el pasado, mezclaste en una coctelera tu profesión y tu vida personal y eso te pasó factura”. Tras asegurar la presentadora que no había vendido su vida, arremetía Riesco: “Tú has estado con gente famosa y se han callado”. Y la ira fue el orgullo de Patiño: “Porque tengo el poder de levantarme temprano y trabajar”.

El armisticio

Una pausa publicitaria fue el principio de la tregua. “Yo no me considero superior a ti, me siento una más, pero hay determinadas situaciones, como la que viviste, donde ha habido un juego intencionado o sin intención que al final pasa factura”, calmaba las aguas Patiño, definiendo como esencial el trazo de una línea que separe el trabajo de la vida personal. Fue un breve espejismo; acto seguido, cargó contra Riesco, a quien acusaba de no aceptar lo que, dice, había hecho voluntariamente.

Y la periodista se rompió. ‘’Yo era una profesional que llevaba seis años de carrera y tuve la desgracia de enamorarme de una persona que se portó muy mal conmigo y lo que me encontré fue que se me ridiculizó hasta volverme loca”, clamaba, a lo que añadía: “No estoy orgullosa, pero me parece una bajeza que dé una opinión y la presentadora me diga que jugué”. Tras esto, abandonó plató.

Luego volvió y la calma parecía haber inundado el ambiente. Patiño incidió en que “a veces un micrófono reproduce una opinión que damos y eso forma parte del acoso”, y Riesco aceptó que había sido partícipe de alguno, pero que jamás lo repetiría. La presentadora, eso sí, tuvo la última palabra: “Nadie se merece ser insultada o ridiculizada, pero tú en tu situación no ayudaste porque tus pasos dieron pie a comentarios, probablemente injustos”.

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