NEGOCIOS

Tamara Gorro rompe con la empresa de Garay

Ambos ponen de mutuo acuerdo punto y final a su codirección en la promotora inmobiliaria Real Estate Gargor, ahora a cargo del exvalencianista.

Tamara Gorro rompe con la empresa de Garay

La historia de amor que un día unió a Tamara Gorro y a Ezequiel Garay llegó a su fin con el frío de este otoño. Su divorcio se hizo mediático con una publicación en redes sociales de la televisiva en la que aseguraba sentirse “destrozada” y “muy mal, muy mal, muy mal”. Poco tardaron en surgir rumores acerca de una posible reconciliación; menos tiempo pasó en que se disiparan. Ambos llevan caminos separados desde hace un año y divorciados desde hace unos meses. Con todo lo que ello implica, desde los lazos familiares a las relaciones empresariales.

Una de las principales consecuencias de la materialización formal de esta ruptura ha sido la desvinculación de la empresa inmobiliaria del exvalencianista, Real Estate Gargor. La promotora inmobiliaria, en la que ambos trabajaban desde antes del estallido de la pandemia, era todo un proyecto compartido de vida. Empezando por el nombre: Gargor es una fusión de Garay y Gorro, los apellidos del ya terminado matrimonio. Este punto y final de la colaboración entre ambos, que supone de facto el control de Garay de la empresa, que es quien se queda a las riendas, habría sido, según recoge Vanitatis, de mutuo acuerdo.

Un inicio fulgurante para la empresa

La historia de su negocio es también la de sus últimos años como pareja. Este recorrido empresarial inició en 2019: en marzo se dio de alta y ya en diciembre había comenzado a funcionar. Aunque la pandemia hizo estragos en los primeros momentos, poco tardó en volar financieramente. La venta de chalets se produjo en tiempo récord, empezando por los quince que se vendieron como parte de una promoción de residencias ubicadas en Bétera (Valencia).

Este acuerdo se bautizó en una zona residencial denominada Los Altos Argentinos, compuesto por las quince infraestructuras en cuestión dotadas, cada una, de cuatro dormitorios, salón comedor y parcela con piscina privada. El lujo corría por los 500 metros cuadrados de cada finca hasta el punto de ser vendidas todas antes de que finalizase su propia construcción.

Cartel anunciando una de las viviendas de Los Altos Argentinos antes de que terminase su construcción. / X
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Cartel anunciando una de las viviendas de Los Altos Argentinos antes de que terminase su construcción. / X

A esta promoción le siguieron otras tantas, cimentando Real Estate Gargor sobre una base de éxitos financieros que prometían un gran futuro a sus dueños. Ahora, la responsabilidad recae sobre Garay, quien se ha puesto manos a la obra en la siguiente promoción. De nuevo, en suelo valenciano. Y con la notoria diferencia de adoptar las tres letras del nombre del negocio que pertenecen a quien un día robó su corazón, la madre de sus hijos.