Shakira confiesa cuál era su “sueño” con Piqué

Nunca ha estado alejada ni de los escenarios ni de las primeras páginas de los tabloides, pero desde el año pasado Shakira ha dado un paso más allá en los campos mediático y artístico. Tanto que Billboard no ha titubeado en escogerla como “mujer del año”, un honor que la artista colombiana ha querido agradecer ofreciendo una entrevista a la revista norteamericana. En la charla se han tratado varios temas, entre ellos el musical, pero lo cierto es que la piedra angular sobre la que ha hilado la conversación ha sido la relación con el excapitán del FC Barcelona, Gerard Piqué. No por él, sino por el concepto de familia.

Los titulares han caído solos. “Mi mayor sueño era criar a mis hijos con su padre, tener una familia. Superar los problemas, los obstáculos... y envejecer al lado de alguien. Ya sé que eso no lo voy a tener. Yo creía en el ‘hasta que la muerte nos separe’”, ha espetado de manera muy sincera la cantante. A este respecto, ha añadido que “cuando se destroza una familia, no hay nada que pueda compensar ese dolor”, dando a entender que caló muy dentro de ella ese mal. Y así es. “Todavía estoy exorcizando algunos demonios. Los últimos que me quedan”, confiesa.

“Viviendo en España todo estaba hipotecado”

Un ejemplo que ha dado de la buena etapa que atraviesa ahora es la cantidad de trabajos que está sacando, que compondrán los sonidos de su próxima gira mundial. “Ser madre soltera, y seguir con este ritmo de estrella del pop pienso que no es compatible a veces, pero va a ser difícil bajarme del escenario. Tengo que facturar”, apunta Shakira, dejando caer una referencia a la frase de “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”, de su Bizarrap Session.

Retornando al tema familiar, la artista colombiana desvela que su principal ejemplo en el amor, lo que tanto quiso ella para su relación, eran sus padres. “Mis padres han estado juntos, no sé, 50 años. Y se aman como el primer día. Entonces sé que sí es posible. Se aman con un amor de telenovela”, confiesa. En ese espejo resultó haberse mirado ella: “han sido siempre mi ejemplo y era lo que yo quería para mí y para mis hijos, pero no se pudo”. Y como no se encontró en el reflejo, asegura, tuvo que reaccionar: “si la vida te da limones, hay que hacer limonada. Y eso es lo que estoy haciendo: limonada”.

Pero resultó que el jugo de limón, o de lima por el verde de los billetes, tardó en llegar. “Estando en Barcelona era muy difícil atender mi vida profesional. Era más complicado logísticamente que viniera algún colaborador. Tenía que esperar a que las agendas coincidieran (...). Yo no podía dejar a mis hijos e irme a otro sitio. A veces tenía ideas que no podía concretar, ahora mismo tengo una idea y cuento con la inmediatez de poder colaborar con quien quiera”, explica. Lo resume en pocas palabras. “Viviendo en España, todo eso estaba hipotecado”.