Rafael Guzmán, experto en longevidad: “Lo mejor que puedes hacer recién levantado es irte a mirar el sol y exponer tu piel”
El psiconeuroinmunólogo clínico recomienda comenzar las mañanas exponiéndose al sol: “Empieza cargando pilas”.
La longevidad, o la posibilidad de prolongar los años de vida, ha sido una aspiración humana universal desde hace siglos. Hoy en día, el término no solo hace referencia a vivir más años, sino a mantener salud, funcionalidad y calidad de vida durante ese tiempo extendido. Los avances científicos, sociales y tecnológicos han permitido cambiar el enfoque: ya no solo se trata de “cuántos años vivir”, sino de “cuántos años vivir bien”.
Precisamente de eso habla el libro Cómo llevar joven a viejo, del psiconeuroinmunólogo clínico Rafael Guzmán, quien apuesta por mirar al sol nada más despertarse: “Lo mejor que puedes hacer recién levantado es irte a mirar al sol y exponer tu piel a esa tonalidad rojiza que nos aporta el astro rey a esa hora temprano de la mañana, que es muy rica en infrarrojos de corto alcance”.
“Eso va a generar, principalmente, un incremento en la producción de ATP en nuestras mitocondrias. Por lo tanto, te va a cargas las pilas, vas a empezar el día con las baterías llenas. Y, por supuesto, porque ese infrarrojo va a estimular a unos receptores que se llaman cromóforos, que van a generar, entre otras cosas, un incremento de nuestra capacidad de eliminar residuos tóxicos”, agrega.
De acuerdo con Guzmán, “exponerte al sol durante los primeros minutos del día no es solo una recomendación: es una forma natural de activar tu cuerpo y tu mente. La luz solar le indica a tu cerebro que es hora de despertar, regula tu reloj biológico y favorece la producción de nuestra querida amiga: la serotonina. Unos minutos bastan para mejorar tu energía, tu concentración y tu estado de ánimo durante el resto del día. Empieza tus mañanas cargando pilas desde la fuente más natural: el sol”.
Otros factores que contribuyen
La longevidad está influenciada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y de estilo de vida. Revisiones científicas señalan que personas con una vida excepcionalmente larga (por ejemplo, centenarios) comparten características que incluyen buena sensibilidad a la insulina, mantenimiento de funciones inmunológicas, niveles metabólicos adecuados y un entorno favorable.
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