Entrevista AS

Cristina Martínez, psicóloga especialista en bienestar: “Necesitamos aprender a priorizar y simplificar”

Esta doctora Cum Laude en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona charla con AS sobre hábitos saludables y gestión del tiempo.

Cristina Martínez, psicóloga especialista en bienestar: “Necesitamos aprender a priorizar y simplificar”
Débora Paz
Natural de O Porriño, Pontevedra. Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Comenzó su aventura en As en 2017 en el departamento de redes sociales. Tanto te habla del salseo del momento como de fútbol sala.
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En un contexto donde la prisa y la multitarea parecen marcar el ritmo de la vida cotidiana, recuperar tiempo de calidad se ha convertido en uno de los grandes retos del bienestar moderno. Para abordar esta cuestión, conversamos con Cristina Martínez, psicóloga experta en bienestar y gestión del tiempo, que propone una mirada práctica y realista sobre cómo vivir con menos estrés y más equilibrio. Su trabajo se centra en ayudar a las personas a reorganizar su día a día sin caer en la autoexigencia extrema ni en fórmulas imposibles de sostener.

A lo largo de esta entrevista, Cristina comparte consejos claros y aplicables para mejorar el bienestar diario: desde la organización de rutinas y la optimización de espacios hasta la revisión de hábitos que influyen directamente en la salud mental. Con un enfoque que integra psicología, estilo de vida y productividad, invita a reflexionar sobre cómo usamos nuestro tiempo y cómo pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida.

1. Para empezar… ¿Cómo explicas tu trabajo cuando alguien te pregunta por primera vez a qué te dedicas? ¿Qué te llevó a especializarte en bienestar, gestión del tiempo y hábitos saludables?

Siempre digo que ayudo a las personas a ordenar su vida por dentro y por fuera. Por dentro, trabajando sus emociones, su diálogo interno y la forma en la que se relacionan consigo mismas. Por fuera, ayudándoles a organizar su tiempo, sus prioridades y sus hábitos para que puedan así tener vidas más felices.

Me especialicé en bienestar y gestión del tiempo porque veía un patrón repetido en consulta: personas con mucho potencial, pero viviendo con una sensación constante de agotamiento, prisa, autoexigencia y desconexión. También porque sabemos que los hábitos, el descanso y los espacios en los que vivimos influyen de forma directa en nuestro equilibrio emocional. No basta con querer estar bien: necesitamos aprender a vivir con ritmos más humanos y en entornos que lo faciliten.

2. En tu experiencia, ¿cuál es el mayor obstáculo que impide a la gente sentirse bien en su día a día?

Diría que hay tres grandes obstáculos: la sobrecarga, la autoexigencia y la desconexión de uno mismo. Vivimos con demasiadas responsabilidades y estímulos, pero muy poco espacio mental. A eso se suma una autoexigencia enorme: queremos ser perfectos en el trabajo, en casa, en lo social, en lo físico… y como es imposible, aparece la culpa. Y el tercer elemento es la falta de conexión interna. Mucha gente no se detiene a preguntarse “¿cómo estoy?” hasta que el cuerpo grita: insomnio, irritabilidad, apatía, dolores. Ese piloto automático, sin pausas ni espacios que inviten a bajar el ritmo, es lo que más nos separa del bienestar cotidiano.

3. ¿Cómo podemos identificar que estamos entrando en una fase de estrés que ya no es “normal” o manejable?

Hay tres indicadores clave: intensidad, duración e impacto. La intensidad aumenta: te notas más irritable, más sensible o más apagado de lo habitual. La duración se alarga: no son unos días complicados, sino semanas o meses viviendo acelerado o agotado.

El impacto se nota en el sueño, en la concentración, en el apetito, en el estado de ánimo y en las relaciones. Si además has dejado de disfrutar de cosas que antes te hacían bien y sientes que solo “sobrevives” a la semana, es un aviso claro de que ese estrés ya no es saludable. Es momento de revisar hábitos, ritmos y pedir apoyo profesional.

4. ¿Qué hábitos sencillos recomiendas para mejorar el bienestar emocional sin requerir grandes cambios?

Pequeños cambios pueden generar una gran diferencia:

1. Higiene emocional diaria: dedicar cinco minutos a preguntarte “¿cómo estoy hoy?”, ponerle nombre a la emoción y escribir una breve nota sobre lo que necesitas.

2. Pausas conscientes: dos o tres veces al día, parar durante tres minutos y respirar profundo para resetear el sistema nervioso.

3. Cuidar los básicos: luz natural diaria, caminar, aunque sean 10 minutos, hidratarse bien y limitar pantallas por la noche para proteger el sueño.

Son micro hábitos, pero sostenidos en el tiempo tienen un impacto enorme en la claridad mental y el bienestar.

5. En 2025 seguimos hablando de falta de tiempo. ¿Realmente nos falta, o lo gestionamos mal?

Hay personas a las que realmente les faltan recursos y apoyo, eso es evidente. Pero, en general, más que falta de tiempo tenemos una relación complicada con el tiempo. Vivimos con la sensación de “no llegar” porque hemos llenado cualquier hueco con tareas, estímulos y obligaciones. No nos permitimos no hacer nada. Esa percepción de escasez aumenta el estrés y nos dificulta disfrutar del presente. Por eso, más que exprimir minutos, necesitamos aprender a priorizar, simplificar y decidir qué merece nuestra atención y qué no.

6. ¿Qué técnicas de gestión del tiempo consideras más efectivas para personas con agendas muy cargadas?

Las técnicas más efectivas son las que ponen límites claros:

· Bloques de tiempo: asignar franjas concretas a cada tipo de tarea reduce el caos y mejora la concentración.

· Regla de las 3 prioridades: elegir cada día tres cosas importantes que sí o sí cumplirás.

· Agrupación de tareas: hacer juntas las tareas similares evita el desgaste del cambio continuo de foco.

· Diseñar el entorno a favor del tiempo: trabajar en un espacio adecuado, con luz, silencio y zonas diferenciadas para cada actividad.

Aquí la modalidad de alojamiento flexible Be Casa ayuda especialmente, permite tener en el mismo lugar la intimidad de un hogar con todos los servicios incluidos (como limpieza, mantenimiento, wifi de alta velocidad, recepción, seguridad 24 h) y zonas comunes equipadas (coworking, gimnasio, piscina, áreas sociales, etc.). Esta integración reduce gestiones domésticas y desplazamientos diarios, optimizando el uso del tiempo y la energía.

En este sentido, la modalidad de alojamiento flexible de Be Casa resulta especialmente útil, ya que integra en un mismo lugar espacios privados con servicios incluidos como limpieza, mantenimiento, wifi de alta velocidad, recepción, seguridad 24 h y zonas comunes equipadas (coworking, gimnasio, piscina y áreas sociales). Al eliminar gestiones domésticas y desplazamientos diarios, se gana tiempo y energía para enfocarse en lo realmente importante.

7. ¿Cuál es el error más común que ves en personas que quieren ser más productivas?

El error más común es pensar que productividad es hacer más, cuando en realidad es hacer mejor lo que importa. Mucha gente intenta aumentar su productividad añadiendo herramientas, técnicas o más tareas, y termina aún más saturada. Las personas realmente efectivas son las que saben priorizar, decir que no y reservar espacios para descansar y pensar. Intentar ser productivo desde el agotamiento nunca funciona.

8. ¿Cómo influye el descanso en la productividad real? ¿Qué elementos debería tener una rutina diaria equilibrada?

El descanso es la base de la productividad. Durante el sueño el cerebro regula emociones, repara procesos fisiológicos y mejora la memoria y la capacidad de decisión. Dormir mal aumenta la irritabilidad, la impulsividad y la sensación de desbordamiento.

Una rutina equilibrada debería incluir:

· Sueño suficiente y de calidad.

· Movimiento diario.

· Momentos de foco profundo y momentos de desconexión real.

· Relación social y algún rato de disfrute sin culpa.

Vivir en un entorno que facilite esto lo cambia todo. Las comunidades Be Casa, por ejemplo, integran zonas de descanso, de ocio, espacios verdes, gimnasio, piscina y áreas de trabajo, lo que permite incorporar hábitos saludables sin añadir más desplazamientos ni más carga logística. A esto se suma la opción de socializar, a través de zonas comunes y actividades organizadas que fomentan la vida en comunidad.

9. ¿Cómo afecta el entorno físico a nuestro bienestar mental y a nuestra capacidad para organizarnos?

Afecta muchísimo. Los espacios muy ruidosos, caóticos o con poca luz natural elevan el nivel de estrés y dificultan la concentración. En cambio, los entornos ordenados, luminosos y con elementos naturales generan calma, claridad mental y mayor sensación de control. Además, un espacio bien diseñado reduce la cantidad de decisiones que debemos tomar a lo largo del día: dónde trabajar, dónde descansar, dónde socializar. Si el entorno ya está pensado para facilitar esos cambios, nuestra mente funciona con menos esfuerzo y más bienestar.

Desde el punto de vista psicológico, el entorno tiene un impacto enorme en nuestro bienestar emocional, en nuestra capacidad de concentración y en cómo gestionamos el tiempo y el estrés. Sin embargo, pocas veces lo tenemos en cuenta cuando hablamos de productividad o equilibrio. Nos centramos en lo que hacemos, pero no tanto en dónde lo hacemos. Un espacio facilitador es aquel que no solo cubre nuestras necesidades básicas, sino que reduce la carga mental, anticipa soluciones y se adapta a nuestros ritmos. Y Be Casa está pensado con esa lógica: la de simplificar, aliviar y sostener.

Lo consigue con apartamentos totalmente equipados y con todos los gastos incluidos que eliminan preocupaciones, tareas y decisiones repetitivas. Esto libera recursos mentales y nos permite enfocarnos en lo importante. También con servicios incluidos, como la limpieza o el mantenimiento, que reducen el número de gestiones diarias. Al tener que tomar menos decisiones, también tenemos menor fatiga mental y estrés. Por no hablar de zonas comunes que ofrecen espacios de calma, de conexión y de productividad según el momento como club social, piscina, pista de pádel o coworking, entre otras.

En psicología sabemos que cuando vivimos en un entorno que nos sostiene en lugar de exigirnos más, bajamos el nivel de alerta, dormimos mejor, nos sentimos más seguros y tomamos decisiones más conscientes. Todo esto se traduce en una mejor gestión del tiempo, pero, sobre todo, en más energía emocional y mental para dedicar a lo que verdaderamente importa. Y eso, al final, es salud, bienestar y calidad de vida.

10. ¿Qué características debe tener un espacio para considerarlo un “espacio facilitador”?

Un espacio facilitador es aquel que te ayuda, no que te complica. Suele tener:

· Uso claro de cada zona: trabajar donde se trabaja, descansar donde se descansa, socializar donde toca.

· Flexibilidad: adaptarse a distintas etapas y necesidades.

· Cuidado sensorial: luz natural, silencio, zonas verdes, colores calmados.

· Equilibrio entre privacidad y comunidad: poder elegir si estar solo o acompañado.

· Servicios que reducen carga mental: limpieza, mantenimiento, gestiones simplificadas.

La filosofía de Be Casa encaja muy bien con esta idea: apartamentos privados totalmente equipados y, al mismo tiempo, espacios comunes pensados para trabajar, hacer ejercicio, relajarse y convivir, además de contar con todos los servicios incluidos, algo que como comentaba nos reduce carga mental.

11. A nivel personal, ¿qué haces tú para mantener el equilibrio cuando tu agenda se llena?

Lo primero es revisar prioridades. Acepto que no voy a poder con todo y decido qué es esencial esa semana.

En lo práctico:

· Bloqueo horas de descanso igual que bloqueo reuniones.

· Protejo mi sueño como si fuera una cita importante.

· Dejo huecos libres para no pasar el día corriendo.

· Cuido mucho los espacios donde trabajo: luz natural, silencio, orden y acceso fácil a movimiento y descanso.

Entornos que integran zonas de trabajo, deporte y relax, como los que ofrece Be Casa, hacen que mantener el equilibrio sea más sencillo, porque eliminan parte del estrés logístico del día a día.

Sobre Be Casa

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Be Casa es un modelo de alojamiento flexible que aporta una solución habitacional de calidad a la sociedad. Cuenta con cuatro comunidades Be Casa en la Comunidad de Madrid, una en Barakaldo y otra en Sant Cugat con una oferta de más de 4.300 apartamentos. Trabaja por la calidad de vida de las personas, creando espacios y entornos que facilitan el equilibrio entre la intimidad y la conexión con el mundo, entre el desarrollo profesional y el bienestar personal, entre el individuo y la comunidad. Be Casa es gestionado de forma profesional por Greystar.

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