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Salma Hayek y el encasillamiento de Hollywood: “No te permitían ser lista”

La actriz ha confesado que en los 90 no podía hacer humor: “Me decían: ‘Eres sexy, así que no se te permite tener sentido del humor’”.

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Salma Hayek es una de las actrices latinas más conocidas y exitosas de Hollywood, por lo que te compartimos 5 cosas que probablemente no sabías sobre ella.

En el mundo de Hollywood muchos son los actores que han acabado declarando que no es oro todo lo que reluce. Se trata de una industria en la que además, multitud de estrellas han confesado tener problemas como el encasillamiento, y más aun en mujeres. Un caso que también afecta a Salma Hayek, quien acaba de conceder una entrevista a la revista ‘GQ British’, donde ha hablado de cómo ha sido su trayectoria en la gran pantalla.

La actriz mexicana sabe que el de Hollywood es un mundillo muy difícil, pero en los 90, para ella llegó a ser una pesadilla: “Estuve encasillada mucho tiempo. He querido hacer comedias toda mi vida, pero no me ofrecían comedias. Me decían: ‘Eres sexy, así que no se te permite tener sentido del humor’. En los 90, no solo no te permitían ser lista, sino que tampoco te dejaban ser graciosa”.

Y es que durante un tiempo, eso no cambió, seguía viéndose encasillada por la industria. Ni siquiera después de su nominación al premio Oscar por ‘Frida’ en el año 2002: “La clase de papeles que me ofrecían no cambió. Me esforcé, y pensé que las cosas iban a caminar, pero no fue así”.

La importancia de Adam Sandler

Pero, todo cambió cuando conoció a otra gran estrella de Hollywood, Adam Sandler, quien contó con la actriz en el 2010 con el trabajo de ‘Niños grandes’, cuando la mexicana “ya había cumplido los 40 años”. No guarda rencor de aquella década de los 90, pero sí que ha declarado que por fin está haciendo lo que quería: “Estoy haciendo películas de todos los géneros en una época de mi vida en la que me decían que estaría acabada, que durante estos últimos 20 años, debería haberme quedado fuera del negocio. No estoy triste ni enfadada, estoy riéndome”.

Además, admite que en estos momentos de su vida, no siente ese encasillamiento que sí percibía cuando saltó a la fama: “He llegado a un momento de mi vida en el que ya no se me aprecia solo por mi sexualidad. Pero, si fuera así, no me importaría, porque ya me he ganado el suficiente respeto de la gente que tengo a mi lado y me importa de verdad como para que eso me importe”.