SUCESOS

Sale a la luz el testimonio de la cuidadora de Isabel en el caso de Luis Lorenzo y Arancha

En ‘El programa de Ana Rosa’ han mostrado las declaraciones de la empleada, que defiende que ella administraba a la víctima los medicamentos que le decían.

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Ana Elizabeth, la persona contratada por Luis Lorenzo y su mujer para cuidar de la anciana.

La muerte de Isabel, tía de Arancha Palomino y por tanto familia del actor Luis Lorenzo, ha causado una gran conmoción en televisión y la información sobre el tema acapara minutos mientras salen a la luz los testimonios de varios protagonistas. El último se ha conocido esta misma mañana, cuando en ‘El programa de Ana Rosa’ han emitido en exclusiva algunas declaraciones que la empleada contratada por el matrimonio realizó ante el juez. Según el periodista Israel López, su declaración duró más de tres horas y respondió a la pregunta de quién suministraba a la octogenaria la medicación, un asunto candente por las sustancias encontradas en la autopsia.

Los medicamentos los compraba Arancha y yo solo se los suministraba. Venían en paquetes y Arancha me daba las pautas para dárselas”, explicó. Ella estaba a cargo de sus cuidados, pero en la casa en la que vivía la víctima notó la falta de recursos: “Isabel necesitaba más ayuda, una silla de ruedas, una ducha... Pero nunca sugerí el ingreso en una residencia. A las pocas semanas de llegar yo Isabel ya estaba postrada en la cama”, agregó.

La cuidadora defiende que “Isabel se llevaba bien con Arancha y Luis” y que existía “buen rollo entre ellos”, pero desveló la sorpresa que se llevó cuando le dio la noticia a Arancha de que su tía había muerto. “Cuando falleció Isabel, llamé a Arancha. Me dijo que no hiciera nada, que se encargaba ella. No me parecía normal. Estaban viajando a Asturias. Querían reacondicionar la casa y hacer reformas usando el dinero de Isabel. Cuando le dije a Arancha que había muerto se puso a llorar”, confesó.

La palabra “asesinos”, en el tanatorio

Según su testimonio, la empleada fue al tanatorio “para despedirme de ella” y allí pudo escuchar “murmullos y la palabra asesinos”. Además, destacó que el matrimonio se interesaba por el bienestar de Isabel y, según el periodista que aportaba la información en el programa, agregó que la víctima no podía tener contacto telefónico con su familia de Asturias por la sordera que padecía.