HISTORIA

¿Quién mató a Sissi, la gran emperatriz del Imperio austrohúngaro?

Isabel de Baviera murió el 10 de septiembre de 1898 a consecuencia de un atentado dirigido por Luigi Lucheni, anarquista y exsoldado italiano.

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Elizabeth Amalie Eugenie von Wittelsbach, más conocida como Isabel de Baviera o Sissi, forma parte de la historia del imperio austrohúngaro debido al título de emperatriz que ostentó durante tres décadas. La hija del duque de Maximiliano de Baviera y de la princesa real Ludovica también fue un icono de la belleza en aquella época gracias a su larga melena adornada con florecillas.

La princesa bávara falleció el 10 de septiembre de 1898 a los 60 años de edad a consecuencia de un atentado contra ella que acabó con su vida. Sin embargo, este ataque, que pudo ser premeditado, se ha convertido en objeto de investigación por parte de un elenco de historiadores y escritores que buscan una explicación acerca de la trágica muerte de la emperatriz.

Un exsoldado italiano, el presunto asesino

La historia de este asesinato data del mes de septiembre de 1898, en el momento que Sissi decide viajar a Suiza a raíz de unos problemas psicológicos, motivado por la bulimia que sufría. La princesa aterrizó en el Lago Lemán junto a diez de sus empleados para alojarse en una de las habitaciones del Grand Hotel Beau-Rivage. Seguidamente, la emperatriz se marchó a Montreux para tomar un barco y visitar otras ciudades del territorio suizo.

Un joven se chocó con Sissi mientras ésta esperaba en la orilla para subirse a la embarcación. En primera instancia, se pensó que un ladrón le había robado el reloj, pero minutos más tarde se desvaneció en el suelo. Luigi Lucheni, anarquista y exsoldado italiano, se aproximó a ella para clavarle un estilete en su corazón, lo que provocó que la emperatriz se desengrase hasta perder la vida.

En cambio, se desconoce el motivo de este atentado contra esta pieza fundamental del imperio austrohungaro, aunque muchos investigadores la asocian a los constantes ataques que hubo contra miembros de la burguesía en aquella época. El presunto asesino, que era un excluido social por su condición de pobreza, aseguró que la emperatriz le había robado su felicidad, y que por ello cometió ese acto.