Qué es la bichectomía y para qué sirve: el secreto de Megan Fox, Kim Kardashian o Mario Vaquerizo

Megan Fox, Angelina Jolie, Kim Kardashian, Mario Vaquerizo y miembros de la realeza, entre otros rostros conocidos, se han decantado por la medicina estética para conseguir un físico más armonioso o impactante. Entre las intervenciones más demandadas se encuentra la bichectomía, una técnica que consiste en extraer grasa de la parte que está por debajo de los pómulos para lograr una cara más afinada.

Esta técnica para adelgazar el rostro y potenciar los pómulos y lograr la ansiada forma de triángulo invertido se consigue mediante la extracción de las bolas de Bichat, que son unos cúmulos de tejido graso que se encuentran a nivel de la mejilla. En personas cuya cara tiene una forma redondeada, a pesar de un peso adecuado, se puede retirar esta grasa con fines estéticos.

La extracción de esta grasa localizada de las mejillas es posible porque no consta ninguna función orgánica conocida, de forma que no habría consecuencias para los pacientes. Además, a diferencia de otras intervenciones, al hacer la incisión por interior de la cavidad bucal, no deja cicatrices o marcas que se aprecien a simple vista, pero sí reduce los “mofletes”.

Asimismo, se trata de una intervención sencilla y rápida, que ronda la media hora. No requiere de anestesia general, ya que es una pequeña incisión muy localizada en cada lado. Y en el mismo día la persona puede volver a su domicilio y hacer vida normal.

Sus visibles resultados y su sencillez hacen de esta una intervención a la que han sucumbido multitud de famosos, como Victoria Beckham, cuya expresión facial es muy característica. También Jennifer Lawrence y la ahora influencer Mar Torres están entre los rostros conocidos que se han decantado por una de las intervenciones más demandadas, cuyo precio no es excesivamente elevado en comparación con otros retoques estéticos.

Consultar al médico

No obstante, antes de someterse a una intervención, es conveniente consultar con un médico para tener toda la información sobre los posibles resultados finales y el comportamiento facial con el paso de los años. Con el paso del tiempo, en rostros más finos puede notarse un pequeño hundimiento o caída facial por esa parte central de las mejillas, al perder el soporte graso.