Nacho se va a Arabia: así son su mujer y sus hijos

“Me despido del club de mi vida, el Real Madrid”, se lee en la segunda frase de la extensa carta que Nacho Fernández, uno de los cuatro capitanes del club blanco, dedica a toda una afición que siente familia. Llegó con 10 años a las categorías inferiores y, tras un cuarto de siglo yendo a entrenar al mismo sitio todos los días, según escribe en la misiva, se despide del equipo que le vio crecer hasta convertirse en un hombre.

Su destino será Arabia. Firma con el Al Qadsiah de Míchel por dos temporadas y hasta aquellas cálidas tierras se dirigirá con sus seres queridos. “Necesito vivir una última y diferente experiencia junto a mi familia, y este es el momento perfecto. Gracias Real Madrid, por entenderme”, reza un pasaje del texto difundido por redes sociales. Su mujer y sus hijos son un pilar fundamental para el canterano, tal y como muestra en su perfil de Instagram y, especialmente, luce en cada plan que hace con ellos. Ahora emprenden una aventura singular.

Una historia de amor desde la adolescencia

Hace una década que Nacho contrajo matrimonio con María Cortés, sellando para siempre un amor que, en realidad, lo fue desde siempre: se conocieron cuando él tenía 14 años y ella 15. Se enamoraron y pronto comenzaron una relación que evolucionó hasta consolidarse el citado instante del ‘sí, quiero’, celebrado en la iglesia de la Asunción en Meco (Madrid), frente a 100 invitados. Al enlace acudieron algunos de los que entonces eran compañeros de equipo del defensa; rostros como el de Arbeloa, Morata o Isco se podían intuir entre los que a la ceremonia asistieron.

Un año después nació Alejandra, la primera hija de la pareja. Era 2015 y todavía faltaban por nacer otros tres vástagos más: dos varones, Nacho (que abrió los ojos por primera vez cuatro horas antes de la final de Champions entre Real Madrid y Atlético de Madrid de 2016) y Guille (2019), y otra niña, Lola (2023).

La vida de los seis se ha desarrollado de manera apacible en la capital, amén de una pretendida discreción que, sobre todo, se cierne sobre el perfil de su mujer. María es licenciada en marketing y comunicación y acompaña a su marido en cada proyecto profesional; ejemplo de ello es la colaboración que mantiene con la Academia NAF, una academia de fútbol que el zaguero y su hermano Álex, centrocampista que milita en el Cádiz, fundaron en el colegio donde estudiaron y en la ciudad que les vio nacer: Alcalá de Henares.

“Gracias también a mis padres, a mi mujer y a mis hijos, a mi familia y amigos, que me han dado la mano en este camino sin soltarme. A veces no ha sido fácil, pero su esfuerzo y acompañamiento me han permitido cumplir un sueño y llegar hasta lo más alto”, dice el penúltimo párrafo del comunicado en el que enfrasca su adiós.

Su enfermedad

La familia al completo cogerá un avión. Otro más, pero el primero sin que Nacho vista la elástica del Real Madrid. Lo cierto es que estuvo cerca de no subir a ningún aeroplano como futbolista cuando era una joven promesa, un niño de 12 años que soñaba con llegar lejos en el club de su corazón. “La doctora que me atendió me dijo que no iba a jugar a fútbol nunca más”, expresó al recordar este momento en una entrevista. Había sido diagnosticado con diabetes.

Pero sus padres insistieron, pidieron segundas opiniones y otros médicos aconsejaron todo lo contrario: el deporte y la alimentación serían muy buenos para su enfermedad. Ahora sus redes sociales están llenas de estos dos elementos, materializados en fotografías de sus paseos en bici y deliciosos platos. Todo, con el telón de fondo de una familia que siempre ha estado ahí. Y siempre estará.

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