Música

La trágica historia de ‘November Rain’, la balada eterna de Axl Rose (Guns N’ Roses) que tardó ocho años en salir: “No puedo vivir sin ti”

La historia de la balada más ambiciosa del rock, escrita por Axl Rose durante ocho años, inspirada por un cuento trágico, una relación tóxica y un solo de Slash grabado bajo un helicóptero. Una canción que lo cambió todo.

Fotografía de Axl Rose y Guns N' Roses durante su actuación en directo en el Concierto Tributo a Freddie Mercury.
Mick Hutson
Mariano Tovar
Empezó a trabajar en AS en 1992 en la producción de especiales, guías, revistas y productos editoriales. Ha sido portadista de periódico, redactor jefe de diseño e infografía desde 1999 y pionero en la información de NFL en España con el blog y el podcast Zona Roja. Actualmente está centrado en la realización de especiales web e historias visuales
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Dicen que Axl Rose tenía la canción en la cabeza desde 1983, antes de que existieran los Guns N’ Roses. Que la tocaba al piano en casa de sus colegas, que la cantaba en fiestas, que la soñaba. Pero también dicen que Slash la odiaba. Que aquello no era rock, que parecía Elton John con peluca. Y que, si por él hubiera sido, November Rain nunca habría salido del cajón.

La historia de esta canción es como esas películas que tardan años en rodarse porque nadie se pone de acuerdo. Axl quería cuerdas, coros, un piano llorando. Slash quería solos, distorsión y whisky. Duff McKagan, el bajista, quería que se acabara el ensayo y Tommy Lee… bueno, Tommy Lee no estaba en la banda, pero fue clave. Al ver el vídeo de Home Sweet Home, con Tommy al piano, Axl entendió que podía mezclar lo clásico con lo salvaje. “Apagué la tele y empecé con November Rain”, diría después. Lo que hacía Tommy era simple, pero perfecto. Y Axl decidió que, si iba a hacer una balada, tenía que ser épica.

Ocho años después, la canción era una realidad. Se estrenó como sencillo el 18 de febrero de 1992. Nueve minutos de drama, guitarras lloronas, un solo que Slash grabó literalmente en medio de una tormenta de arena, y un videoclip que costó más que muchas películas de Hollywood. Más de 1,5 millones de dólares, para ser exactos. Y eso que Slash casi no lo cuenta: el helicóptero que lo grababa en el desierto pasó tan cerca que pensó que iba a morir. “Este será mi último día en la Tierra”, dijo después.

Del James, amigo íntimo de Axl y escritor ocasional, había publicado un cuento titulado Without You, que hablaba de un músico atormentado por la muerte de su pareja. En una de sus escenas más crudas, la exnovia del protagonista le dice: “No puedo vivir contigo y no puedo vivir sin ti”. Esa frase, aunque no aparece en la canción, resume el espíritu de November Rain mejor que cualquier verso. Axl lo leyó y dijo: “Esto es November Rain”. No era una metáfora. Era el guion. El videoclip, con boda, tormenta y funeral, está basado en ese cuento. Y en los traumas de Axl, claro.

Stephanie Seymour, la modelo que aparece vestida de novia en el videoclip, no era una actriz contratada. Era la novia de Axl Rose en ese momento. Su relación fue tan intensa como breve, marcada por celos, discusiones y reconciliaciones explosivas. Hubo acusaciones de maltrato físico y psicológico por ambas partes. Vivían en una montaña rusa emocional que parecía escrita por el propio Del James. El vídeo, con boda, tormenta y funeral, no fue solo una representación artística: fue casi una confesión pública. “Fue como vivir dentro de la canción”, dijo ella años después. “Y también como morir dentro de ella”.

Axl, por su parte, nunca volvió a hablar de ella con claridad, pero dejó pistas en cada verso. Como si November Rain fuera su forma de decir lo que no podía explicar en voz alta: “But lovers always come and lovers always go / And no one’s really sure who’s lettin’ go today”(Pero los amantes siempre vienen y los amantes siempre se van / Y nadie está realmente seguro de quién se está rindiendo hoy).

La trágica historia de ‘November Rain’, la balada eterna de Axl Rose (Guns N’ Roses) que tardó ocho años en salir: “No puedo vivir sin ti”
Axl Rose y su novia, la modelo Stephanie Seymour, se besan en Rex.New York Daily News Archive

La banda no lo tenía claro. “Pensábamos que era demasiado largo, demasiado cursi, demasiado todo”, confesó Duff años después. Pero Axl insistió. Se encerró con un piano, una orquesta y un productor que tenía más paciencia que talento. Y lo consiguió. Cuando la canción salió, en 1992, MTV la puso en bucle. Era imposible escapar. En los bares, en los coches, en las bodas. Slash dijo que le parecía una locura que la gente se casara con esa canción. “¿Han escuchado la letra?”, preguntaba. “¡Acaba en tragedia!”

Pero eso era lo de menos. November Rain no era una canción. Era una declaración. Axl quería demostrar que podía hacer lo que le diera la gana. Que podía mezclar rock, música clásica, drama y videoclip de alto presupuesto. Que podía ser Freddie Mercury, Elton John y Jim Morrison al mismo tiempo. Y lo fue. Al menos durante nueve minutos.

Hoy, más de treinta años después, sigue siendo una de las baladas más icónicas del rock. Y eso que Slash nunca quiso tocarla. “Me parecía un coñazo”, dijo en una entrevista. “Pero reconozco que el solo quedó bien”. Lo grabó en una sola toma, sin saber que acabaría siendo uno de los momentos más recordados de su carrera. “Salí al desierto, me pusieron una cámara y me dijeron: ‘Haz lo tuyo’. Y lo hice”.

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La lluvia de noviembre tardó ocho años en caer. Pero cuando lo hizo, empapó a medio mundo. Y aunque la banda se rompió poco después, esa canción quedó como testimonio de lo que podían hacer cuando se olvidaban de sus egos y se dejaban llevar por la música. Como diría Tommy Lee, si vas a hacer una balada, hazla épica. Y vaya si lo fue.

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