Tikitakas Música | Entrevista ELYELLA

ELYELLA: “A veces no hay que estar solo en el gran evento sino apoyar a los nuevos talentos”

María Eguizabal, la mitad de este grupo de DJ que se han hecho referentes con sus propias canciones, no las de otros, aunque cada una tenga voces distintas.

María Eguizabal junto a MONO, ambos integrantes del grupo ELYELLA.
Angela Paramo
Patricia Cazón
Patricia Cazón Trapote nació en Zotes del Páramo, León, en 1980. Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca y Master de El País trabajó en El Diario de León y El País Semanal antes de llegar a AS en 2004. Cronista del Atlético desde 2016, es autora de cuatro libros y tertuliana en El Golazo de Gol y Estudio Estadio.
Actualizado a

ELYELLA son más que dos Dj. Hace tiempo que este dúo que se conoció por amigos, y en seguida su feeling se hizo música, se ha convertido en una de las grandes referencias de la música de este país. Esa música de la que hablaban constantemente, la que intercambiaban, la que comenzaron a pinchar. Rodeados siempre de misterio porque ELLA tiene nombre y apellido, María Eguizábal nacida en Arnedo, La Rioja, pero EL es solo MONO, un hombre sin nombre ni lugar de nacimiento que emerge en el escenario tras una gran máscara. La transformación de María es ese antifaz a lo Elasticgirl de Los Increíbles. La de ELYELLA se palpa al completo en ‘Lo más importante’ su segundo disco en el que le dan la mano a diez artistas, algunos consagradísimos como Love of Lesbian, Iván Ferreiro y Lori Meyers, otros por descubrir, como Suu o Kaia Lana, para que le pongan voz a sus propias canciones. Las de María y MONO. Las de ELYELLA.

Quince años después de su primera vez, esa sesión en Valencia rodeados de amigos, cuando aún no había mascaras y EL tenía un nombre público, María se sienta con AS para repasar el origen del proyecto, la construcción de sus personajes y la forma de trabajar unas canciones en inicio suyas que han hecho grandes a otros artistas como en su día a una de las bandas más grandes hoy en España, Viva Suecia, tras su colaboración, su cocinado a medias. Sobre el escenario, es una mujer enérgica, llena de fuerza. Cuando se baja de éste, es todo dulzura. Su voz arrulla, acaricia, llena de sonrisas y ternura. Inteligente y perspicaz, su vínculo con la música va más allá. Es la persona detrás de la discográfica independiente Vanana Récords, esa que le ha regalado al mundo grupos como Ginebras, Anabel Lee, Niños Bravos, Karavana, Amatria o INNMIR. Un regalo. Bailarla siempre, escucharla también. Como lo será ‘Lo más importante’ estas Navidades. Asomará bajo muchos árboles el día 25 de diciembre, el 6 de enero.

Alrededor de ELYELLA hay misterio. Son María y MONO.

Exacto. Él, por ejemplo, no tiene lugar de nacimiento ni año ni nada.

¿Cómo surge ELYELLA?

Cuando nos conocemos los dos.

¿Por casualidad o por amigos comunes?

Por amigos. Nos presentan y, como los dos somos amantes de la música, empezamos a recomendarnos mucha. Hay un momento en el que él me regala una controladora para aprender a mezclar. Él ya sabía y me enseña la técnica de DJ. Llamamos a un amigo en Valencia para que nos dejara un sitio para pinchar y me dice: “Dentro de tres meses os estrenáis, aquí, en el bar de un amigo”.

¿Cuánto hace de eso?

(Sonríe) Uf. Quince años ya.

¿Qué sintió ese día?

Lo pasé fatal. Muchos nervios. Es verdad que creamos un entorno que ayudó a calmarlos: era un bar de un amigo, vinieron más amigos a acompañarnos, no había mucha más gente porque era una hora temprana. Yo había trabajado en la música, pero nunca delante, en un proyecto artístico. Cuando acabamos dije: “Madre mía, en qué lío nos hemos metido”. Pero también nos gustó mucho. Disfrutábamos imaginando qué queríamos para ese día y ahí empezamos a definir lo que iba a ser ELYELLA, no solo en la música, sino en todo el proyecto: los personajes, el anonimato, qué queríamos contar.

Porque la primera vez que pincharon no lo hicieron como ELYELLA, ¿no?

No existían los personajes todavía. Éramos nosotros mismos. Eso lo vas pensando cuando dices: “Bueno, vamos a seguir con esto”. De hecho, cuando íbamos a tener el primer festival, con más amplificación y más público, decidimos trabajar bajo el anonimato y crear unos personajes.

“¿El antifaz? Los dos queríamos trabajar desde personajes pero yo lo de la máscara completa no lo veía"

María Eguizábal, ELYELLA

¿Y lo del antifaz cómo se le ocurrió?

Los dos queríamos trabajar desde personajes. Yo la máscara completa no la veía, es muy incómoda. Empecé con un antifaz que me tapaba toda la cara, pero no me identificaba con lo que significaba. Ahí empieza mi transformación hacia personajes más cinematográficos. Yo voy mutando hasta lo que es ahora. Y Mono nació Mono y se quedó Mono porque funcionó. Después de ese primer festival tuvimos otro bolo en un club al que fuimos sin máscara y la gente preguntaba por el Mono. Y dije: “Este Mono ha llegado para quedarse” (ríe).

¿Cuánto tarda en pintarse el antifaz? ¿Ha tenido alguna anécdota?

Anécdotas no, pero sí muchas pesadillas. Ya es muy ágil, pero siempre necesito que alguien me ayude. Las personas que viajan conmigo o incluso Mono me ayudan a pintármelo. A veces sueño que tengo un bolo y no me ha dado tiempo y pienso: “¿Qué hago?, ¿salgo sin el antifaz?”. Por eso siempre voy con mucho tiempo. Además, el proceso de pintarlo te ayuda a entrar en el viaje de ELYELLA. Para mí es importante. Es como decir: “Ya estoy aquí”.

Ustedes crean las canciones y luego ofrecen la colaboración al artista, ¿no?

Sí. En este disco ha sido totalmente así. Hemos querido trabajar nuestras canciones. Eso ha ayudado a que ahora se empiece a reconocer cuáles son las canciones de ELYELLA. Nos ha costado llegar a ese punto porque las voces cambiaban y normalmente lo primero que identifica a un artista es la voz. Para nosotros ese proceso ha sido más lento. Hemos trabajado las canciones como queríamos que fueran y luego se las hemos enseñado a los artistas invitados. Sorprendentemente, estaban abiertos a cambiar cosas, pero casi siempre nos decían que todo estaba bien y que adelante.

Uno de los grandes hits de Viva Suecia, ‘Todo lo que importa’, surge de ELYELLA.

En ese caso el proceso fue conjunto. La publica ELYELLA, pero Viva Suecia también compuso la canción. Fue un trabajo muy abierto, como un ping-pong. Nos la pasábamos, la devolvían, volvíamos a trabajar. Nos fuimos a Murcia a grabarla cuando ya la teníamos. Hay confusión porque ellos pidieron grabar una versión más orgánica (‘Amar el Conflicto’) para tocarla en directo, aunque ahora, con Hoonine, se acercan más a la nuestra (sonríe dulce).

¿Les han sucedido cosas curiosas como con Lori Meyers?

A Noni le adoramos. Coincidíamos mucho en festivales y un año fue Lori Meyers. Nos dijeron: “Ah, ¿pero componéis vuestras propias canciones?”. No lo sabían. Acabábamos de publicar el primer disco, se lo enseñamos y viendo las colaboraciones me dijo: “¿Y aquí por qué no están los Lori?” (ríe). Cuando tuvimos la canción se la enviamos y fue un gustazo trabajar con ellos, el cariño que le dan a todo. Y que Noni viniera el otro día a presentarla con nosotros en Madrid fue maravilloso.

En su segundo disco llama la atención la mezcla de artistas emergentes (Suu, Kaia Lana, Merino, Besmaya y Elem) y nombres consagrados (Love of Lesbian, Iván Ferreiro, Lori Meyers, La La Love You y Siloé).

Totalmente. Cuando hicimos ‘Todo lo que importa’, Viva Suecia estaban empezando, con su primer disco. A nosotros nos encantaban, pinchábamos mucho ‘Bien por ti’ y mira ahora dónde están. Al final, después de toda una vida como selectores, también sentimos dónde hay proyección. Invitamos a artistas que nos gustan desde ese lugar, pase lo que pase y estén donde estén. Y es importante poder dar espacio también a los artistas del futuro.

Hay nombres como Suu o Kaia Lana.

Son artistas que tienen unos trabajazos detrás increíble y espero que, sí les descubren por nuestras canciones luego vayan las propias canciones de estos artistas porque tienen una sensibilidad increíble. A nuestras canciones les hacen crecer increíble. Yo espero que esto también sea también un poco plataforma en la medida de lo posible y que podamos ayudarles, también. Y de repente traer una artista mexicana como Kaia Lana que aquí en España no había hecho nada todavía. Y si la pueden descubrir gracias a ‘Nunca Más’... Igual que lo hicimos nosotros cuando empezamos a escuchar artistas de allí, que nos gusta mucho la música de México y que, a través de otros artistas, llegas a ella, la descubres, la escribes y, si nosotros desde nuestro lugar podemos hacer algo sería maravilloso. Con Elem igual, que tiene un disco… Que lo sacó ella sola, con sus recursos y ha llegado hasta donde ha llegado pues si ahora gracias a ‘Nadie lo podrá cambiar’ pues maravilloso.

Porque precisamente además de ELYELLA, usted tiene otro proyecto maravilloso en la música que es Vanana Récords, el sello independiente de grupos como Ginebras, Anabel Lee, Niños Bravos… Sabe elegir muy bien el talento por el que apostar.

(Sonríe) Jo, muchas gracias. Intentamos. En la medida en lo que podemos. Ojalá tuviéramos más recursos para apoyar a más proyectos, esa es la realidad, que a veces no tienes más porque no tienes los recursos ni humanos ni económicos. Esto es una carrera de fondo, en una discográfica independiente que hay una parte casi vocacional (sonríe). De hecho cuando la hice pensé: “Madre mía, qué locura”. Que llegó ahí la pandemia. Y me decía: “Igual me he equivocado”. Pero a nivel emocional lo que te devuelve la música, trabajar con proyectos como este que lo demás pues ya está.

Cuando usted era niña, ¿en su casa qué música se escuchaba?

Mucho Mecano. Siempre recuerdo escucharles mucho, a El último de la fila. Y luego cuando yo era muy pequeña estaba La bola de cristal que creo que eso a nivel musical nos dio mucho.

¡Iván Ferreiro precisamente me lo decía también, que él había dejado el fútbol por La bola de cristal!

Si, ¿no? (carcajea). ¡No sabía eso! ¡Es buenísimo! Es que te levantabas y a escuchar y ver el programa y todo lo que había ahí, entonces creo que mi generación hemos tenido una educación musical muy bonita de todo lo que había en La bola de la cristal.

Y muy distinto de la actualidad. Porque antes había mucho programa de música en directo en la tele y ahora…

No hay nada, sí.

“¿Una colaboración soñada por ELYELLA? Con Charli XCX..."

María Eguizábal, ELYELLA

Pero, a cambio, hay más conciertos que nunca.

Sí, eso sí. Creo que el directo ha crecido mucho. Creo que tenemos prestar también atención a qué es lo que está creciendo, porque lo está haciendo el gran evento y no se está prestando tanta atención a los pequeños conciertos donde están los artistas del futuro y está costando mucho llenar las salas pequeñas, tener apoyo para los artistas más pequeños y creo que eso también a nivel público e institucional se le debería prestar también atención porque hoy en día hacer música, y dedicarte, y tener un proyecto musical, es puro vocacional. Tienen que poner dinero, salir de casa para dar un concierto e irte a otra ciudad te cuesta mucho… Y ahí es donde se necesita ese apoyo por eso a veces no hay que estar solo en el gran evento sino también apoyar a los nuevos talentos que están ahí.

¿Una colaboración deseada por ELYELLA?

Sí. Siempre hay muchas colaboraciones soñadas. Claro, a mí ahora se me ocurren internacionales como la Charli XCX que luego hizo su disco ‘Brat’ todo lleno de colaboraciones y digo: “Joder, ojalá tener a la Charli, me encantaría”.

Y de ese bar de amigos en el que pincharon por primera vez a Las Rivieras, llenas. Ver cómo ha ido creciendo su proyecto y llenar una sala mítica como esa, dos veces.

Noticias relacionadas

¡Fue algo muy loco! (se le cuela la sonrisa entre la voz). Sí porque nuestra primera Riviera estuvo anunciada antes de pandemia y, cuando salimos, pudimos hacerla. Este 2025 era nuestro quinto año haciéndolo pero el primero en que eran dos y es algo que nunca nos dejará de sorprender. Que cada vez hay más gente que quiere venir a vernos y que llenan las salas para ello, para disfrutar con nuestra música, además que cada vez nuestra apuesta es esa: lo que somos, nuestra música, venir a escuchar la música que hacemos, no ya la que hacen otros. Y eso verlo es muy bonito porque la apuesta podía haber salido bien como salido mal. Y luego, cuando decidimos también a hacer cambio de horarios, que estaban muy acostumbrados a vernos en nocturnos y nos vamos a un horario de concierto, ocho y media, nueve de la noche y nos acompañan. Muy felices por eso también.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar